~Todo lo indicaba: Antonio, desgarrado por el fantasma del suicidio, pondría fin a su trágico destino. En una mano tenía un filoso cuchillo, listo para no darle más prolongación a su tiempo y, en la otra sostenía una cuerda con la cual se ahorcaría. Su menosprecio por la vida era visible, hasta los pantalones llevaba abajo, dándole ningún valor moral al complicado problema de verse semidesnudo… Quise entender la razón de su actitud de fuga; qué neurosis le llevaba a ser el autor de su propia muerte; qué eludía; por qué era tan inhumano consigo mismo… La conmovedora escena me dejó impotente… Algo justificaba su tortura. La tragedia giraba en torno de él. No habría fracaso. El espectáculo arribaría a su fin menos afortunado.
De pronto, el hombre cortó un pedazo de la cuerda y, con éste, ató sus calzones que se le habían caído…
jaja,ja,ja........ me hizo reir....bastante bueno