No sabes el daño que le vas a hacer a tu propio pueblo - Le decia el Rey Normel a su hijo mientras este le apuntaba con su espada en el pecho- no hagas tonterias y escapa, que nadie sepa lo que ha ocurrido esta noche, aun estas a tiempo de poner tu vida a salvo ante el poder de los dioses y de la gente de tu pueblo.

Mirad todos como implora el viejo Rey ante el poder de su hijo - decia el heredero a todo su grupo de guerreros con los que habia tomado el palacio, todos se reian mientras la espada seguia marcando la tunica del rey.

Nunca he dejado de querete hijo mio, a mi me podras hacer lo que quieras, pero la ira de tu pueblo y de los dioses que velan por su bienestar se volverán contra ti y yo no podre hacer nada.

El Principe Grimes se arrodillo a lado de su padre y le dijo en voz baja a su padre - O rey sin poder, tienes ante ti al mas poderoso de la Tierra de Domiatan, pronto todos los pueblos de la region se arrodillaran ante tu hijo, y lo que mas me duele es que tu no estaras para presenciarlo.

El rey sabbia que su fin llegaba, cerro los ojos y rezo a los dioses para que salvaran a su pueblo y que no desplegaran toda su ira contra su hijo porque no sabia lo que hacia.

El principe Grimes se levanto, beso la frente de su padre, en ese momento su padre abrio los ojos y le dijo - Ten miedo de los Dioses porque su ira puede ser terrible.

Un movimiento rapido de espada acabo con la vida del Rey, lo ultimo que pudo escuchar fue - Nadie podra conmigo.