Era un sabado después del mediodia. Susana estaba sola en la casa, cuando tocaron a la puerta. Se extrañó porque en la colonia donde vivia, primero entraban por la porteria, antes de ingresar a cualquiera de las residencias. Penso que seguramente era algun vendedor o que alguien se habia equivocado de casa. En fin iré a abrir- se dijo.

En la puerta habia un hermoso hombre, con la mas cautivadora sonrisa, que ella viera jamás. El hombre se parecia a un artista de cine, de los que escogen para protagonizar, esta vision la perturbo y el corazón, le empezo a latir, mas aprisa de lo normal.

El hombre se presento: soy Renato David, el fontanero y vengo a revisar su lavaplatos. Susana sintió, como se le subían los colores al rostro, pues habia olvidado que el día antes había solicitado el servicio a una empresa de reparación.

Lo dejo entrar y estuvo observandolo durante todo el tiempo que estuvo ocupado. Lo acompaño hasta el sotano, para el revisar toda la instalacion, no lo hacia por desconfianza, sino porque estaba como hechizada con la presencia de ese hombre, que le quitaba hasta la respiracion.

Al terminar lo invito a tomar una copa de vino, pero él le pidio que le diera algo mas fuerte, y mientras se lo decia, le sonrió, con una sonrisa única, que a Susana le pareció la mas divina.Ella entonces saco de la despensa una botella de ron cubano y dos copas, algunos pasabocas y puso musica en su tocadiscos.

Horas mas tarde ambos bailaban muy pegados y el licor los tenia mareados, pero mas aun, era el placer de estar juntos, como si se conocieran de muchos años atras y fueran un par de enamorados.

Jamas a Susana se le habia ocurrido tener un encuentro asi y mucho menos, aceptar hacer el amor con un desconocido. En la cama, el hombre que decia llamarse Renato David, era mas extraordinario y mientras lo pensaba, mas sorprendida estaba y muy emocionada, porque habia algo en él, que no podia definir.


Al amanecer Susana se desperto. Por la ventana entraban las primeras luces del alba. Al moverse tropezo con el cuerpo de su acompañante, el cual no recordo en un comienzo, pero al aclarar sus pensamientos recordo lo sucedido.Lo miro dormir complacida y satisfecha. Al querer abrazarlo noto que algo sobresalia de su espalda, miro y cual no sería su sorpresa al ver que el hombre tenia unas hermosas alas blancas muy largas. ¡Habia hecho el amor con un angel!

Despues de la sorpresa, se levanto y fue hasta la cocina a tomar algo, para pasar el susto que le produjo ver a ese hermoso angel en su cama.

Cuando regreso a su cuarto el angel se habia ido, sobre la cama unas plumas blancas y delicadas, daban prueba de que no habia sido un sueño.