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Categoría: Ciencia Ficción

UN VIAJE INESPERADO III

III

PERO DONDE ESTOY

               Ante mi, tenía una espectacular mañana, con un sol precioso, un inmenso cielo azul, un dia para..

… tomarse esa cervecita en la terraza

               Pero no era tanto de cómo había cambiado el día de repente, mientras simplemente bajaba por el ascensor, como que lo que había en el parking no era muy normal, había coches si, pero donde tenían que estar los BMW, volvos, Ford, es decir coches de hoy en día, había un Seat 131, un Seta Málaga, varios 600, joder hasta varios R5, nuevecitos, pero del año catapum, un Mercedes 350, un Seat Fura… Dios estaba totalmente desorientado, empecé a fijarme un poco más en mi entorno, la gente que pasaba iba vestida normal, si pero vestimenta de los años 60 o 70, no estaba muy seguro, los tíos llevaban los pelos muy largos y algunos mostachos de la hostia, joder si había hasta pantalones de campana, y esos vaqueros marca paquetes. No me lo podía creer.

               Me quede mirando a la gente con cara de pasmado, con cara de tonto, alguno se giraba para mirarme, me di cuenta de que no podía seguir así, a ver si alguno se mosqueaba y se liaba.

               Cálmate tío, cálmate, a ver, seguro que aun estas dormido, seguro que ha sido el copazo que te ha sentado mal, ya no estás acostumbrado al alcohol y te ha hecho una mala reacción. Me senté en un banco, de madera de los de antes, me recordaba a los bancos del retiro, de cuando era pequeño e íbamos allí a jugar al fútbol con mis primos. Quería sacar el móvil sin que nadie me viese, pero no lo encontraba, era imposible, lo había cogido seguro, y entonces me di cuenta de otra cosa, mi ropa, mi ropa no era la misma, me abre dado un golpe en la cabeza, me estaba preguntando esto cuando me di cuenta de lo incomodo de los pantalaones, estos vaqueros tan ajustados, me miro por debajo de los pantalones disimuladamente, virgen santa llevaba los calzoncillos de cuando era un niño, tipo slip….

               Me pellizque la mejilla hasta que la puse roja, no, no me desperté, podía hacer dos cosas, o subir a casa y acostarme pensando que al levantarme todo seguiría igual que antes o si, como pienso esto es un sueño, puedo investigar un poco, porque no??, seguir con el sueño y ver qué pasa, puede ser interesante, mi historia con los sueños, la tengo que contar otro día, un psicólogo amigo mío está flipado con eso.

               Me levanto del banco algo más animado, y se me ocurren dos cosas, primero me quiero acercar adonde tengo el coche aparcado, quiero decir el del siglo XXI es un 4x4, cuál será el de esta época??, supongo, sin mucha lógica que si ha cambiado mi ropa, también lo habrá hecho mi coche, mientras me acerco hacia el coche sin verlo aun, hago la otra cosa, saco la cartera de mi bolsillo trasero del pantalón, y como suponía, me encuentro con diez mil pesetas en vez de los 60 euros, pienso que depende del año en que estemos diez mil calas pueden ser una pasta, y mi DNI azul, de los antiguos, y por supuesto, ni una tarjeta de crédito.

               Por fin llego donde se supone esta mi coche del siglo XXI, y es un escarabajo rojo, saco lentamente las llaves de mi chaqueta ( de mi nueva chaqueta del siglo pasado), y pruebo a ver si las llaves entran, efectivamente se abre la puerta, me meto dentro y empiezo a investigar, es como un coche de alquiler, parece que están todos los papeles en regla, pero nada más, pongo la radio a ver si por fin me aclaro con la fecha, pero dan música en casi todos los diales, asi que pierdo la paciencia.

                Voy al Nuevo Jiménez, a ver si existe o no, está detrás de una esquina donde en mi época había una farmacia, y sorpresa la mía cuando veo que sigue la farmacia, totalmente diferente, pero allí está, eso me tranquiliza; ando rápido con ansiedad y al doblar la esquina allí aparece mi bar preferido. Me dirijo a él nervioso, no sé que voy a encontrar pero una cosa esta clara, Jiménez (el dueño del bar) siempre ha comprado los periódicos para los clientes y allí veré la fecha en la que estoy, sea un sueño o no, no me apetece parecer un loco preguntándole a un viandante en qué fecha estamos. Aunque tampoco es que haya mucha gente paseando.

               Mientras me dirijo hacia allí, me doy cuenta de lo cambiado que está el Barrio, no están construidas ni la mitad de las casas que ahora, las aceras son también diferentes, casi todo es un descampado.

               Entré en el Bar despacio, como si tuviese miedo de que me fuese a ocurrir algo, pero una vez dentro vi que la fama de rácano de Jiménez era cierta, increíblemente el bar estaba casi igual que en mi época salvo algún retoque. Me senté en un taburete y allí estaban algunos de los camareros que tan bien conocía en el siglo XXI, pero tan jóvenes, joder Sánchez, estaba hecho un chaval y Jesús y Felipe… no me lo podía creer ahora mismo eran más jóvenes que yo. También había algunos que nunca había visto.

-         Que quiere el señor?? – me preguntó Sánchez, o Melqui para los amigos, el que mejor me trata allí (al menos, en mi época)

-         Una caña, por favor. Tienen periódicos?- sabía que si, pero había que disimular

-         Ahí mismo los tiene usted- y me señaló un sitio ya conocido para mi

La prensa está en el mismo puto sitio que en mi época, desde luego poco han cambiado las cosas aquí. Me levanto y con el corazón algo agitado cojo uno, la fecha es de lunes 15 Septiembre de 1975. Franco aun no ha muerto, aunque parece estar enfermo, pero no muy grave según el ABC. Yo ya había nacido, tenía 6 años y si no me equivoco ese año empezaba primero de EGB.

Hay una cosa que he notado, y es que cuando he pedido la caña me han mirado raro, que yo sepa en 1975 la gente tomaba cerveza, puede que en el 2025 nos miren con mala cara con la de prohibiciones que se están imponiendo pero ahora?? Aquí??, entonces miro el reloj de la pared y me doy cuenta del motivo, yo pensaba que había salido de casa sobre las doce y media, pero aquí son las once de la mañana, un poco temprano para beber hasta para 1975.

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