Después de termina con una antigua relación pensé que jamás me iba enamorar de nuevo, al pasar el tiempo me fui acostumbrando a vivir en soledad, pero un día al despertar me di cuenta que algo me faltaba, eso que te hace sentir vivo día tras día.
Mi amigos al ver que algo me pasaba intentaron ayudarme, presentándome mujeres casi todos los fines de semana, pero ninguna de ellas pudo ocupar ese vació que vivía dentro de mi.
Una mañana me mostraron a una chica, al mirarla una sensación surgió dentro de mi que no pude describir. Al pasar el tiempo la volví a encontrar y fui descubriendo lo maravillosa que era; pero yo un poco tenebroso, porque no sabia como confrontar la nueva sensación que estaba sintiendo; Pase varias tarde pensando que iba hacer, sabiendo que a lado de ella un angelito tenia.
Al ver que yo no avanzaba me cito una tarde; yo sin saber que decir acudí a la cita, al ver que me estaba esperando me puse tan nervioso que me cuerpo se paralizo, mirándola fijamente y pensado que hace me arriesgue y me acerque a ella.
Mientras caminábamos me preguntaba si seria el día que comience con una nueva relación, mientras conversábamos me fui dando cuenta que era muy diferente de todas las chicas que conocía, no se como explicar pero sentí en esos momento que tenia algo especial. Después de estar hablando un largo tiempo y luego de tres intentos me anime y pude besarla.
Desde ese momento empezó a cambiar mi forma de ser, fui asiendo cosas que jamás ante había hecho antes; salir con ella de noche, esperarla a la salida del trabajo, salir de compras o evitarla a cenar.
Hoy después de casi 2 meses que estamos saliendo Lo único que puedo decir es que paso todo el día pensando en ella y no la puedo sacarla de mi mente ni por un segundo. Llega un momento en el que sin darme cuenta y sin poderlo evitarlo, mi pensamiento se eleva y viaja a través del tiempo para buscarla; entonces mi mirada se fija en un punto equidistante, un punto que está aquí, allá y en ninguna parte... sólo en mi cabeza; un punto al que únicamente se llega con la imaginación que produce el estar enamorado; el mismo punto al que yo llegaré una y otra vez para decirle a esa mujer muchas cosas hermosas, pero todavía tengo miedo y vivo esta relación defensivamente, por eso me cuesta tanto decirle TE AMO.