Doce hombres salimos,nuestra mision buscar y atrapar,a uno de nuestros enemigos.Vietnam con su espesa jungla era capaz,de tragarse al mas fuerte de nosotros.
Caminamos sigilozos,la noche no premitia errores.Llegamos a un campamento enemigo,y esperamos,la oportunidad,nos arrastramos a un puesto de vijilancia.
Atacamos al desprevenido guardia,senti el filo del pulñal cuando atraveso su corazón,me estremesi era la muerte fria y descarnada,pero,
teniamos un trabajo que hacer.
Eliminamos al resto de los vijias,luego buscamos los que dormian,una vez más la muerte,
se adueño de aquella tierra,el olor a sangre era,
inconfundible,pero animales al fin,siguimos con,
nuestra macabra mision.Tomamos presos un ofical,
tras de nosotros la marca de la muerte.En esta ocasion,salimos ilesos,total tan solo fue,
UN DIA DE TRABAJO

Las guerras no las gana nadie,solo los mercaderes
de la muerte,sentados en oficinas,con aire,
acondicionado rien mientras los que como yo,
nos llevamos a la casa el horror de un dia de,
Trabajo