En aquella noche de calurosa primavera, cuando me tragó el vació de la obscura soledad, cuando en el teléfono escuchaba el sonido de la línea al colgar, me dí cuenta de que te perdía y jamás te volvería a ver. No fuiste un pasatiempo, no, así no son las cosas para mi; pero cuando hay un amor en el pasado, un amor que no se puede olvidar, poco espacio queda para un recién llegado. Me dejaste y volviste con tu antiguo amor, aquel que te dio tanta felicidad y a quien no pudiste olvidar ni dejar de amar.
Los siguientes días no te fui a buscar. Jamás te perseguí, ni te rogué regresar. Recorrí todos los lugares donde habíamos estado juntos: el lugar de nuestro primer beso, aquel cine y la butaca de nuestra primera película, el centro comercial. Me senté en la misma mesa donde comimos juntos por primera vez. En cada sitio paresias estar, a cada instante te sentía, pero nunca estabas en realidad. Mi mundo parecía vacío y me rodeaba una multitud sin alma y sin rostro. Las lágrimas fluían al escuchar aquellas canciones que me recordaban a ti, le perdí el sentido a la vida.
Probé el yoga y la relajación. Salí de vacaciones y me sentí infeliz de dejar la ciudad donde vives. Corría todas las mañanas y salía a bailar, fui al psicólogo, a la iglesia y con un psiquiatra. Nada me hacia olvidarte, nada me hacia sentir mejor.
Un día algo sucedió... me levanté esa mañana y descubrí que lo único que podía hacer por ti era construirte un mundo mejor. No te pude hacer feliz con mi cariño y mis atenciones, no llené tu necesidad de amor, pero si algo necesitas, ese algo es un mundo mejor.
Desde entonces ya no contamino, y procuro reciclar, esterilicé a mi gato y adopte un perrito callejero, construí un jardín en mi terraza y le doy mi ayuda a los ansíanos, entré a una red ciudadana que promueve la justicia social, te dediqué mi tesis de maestría y sonrió y doy las gracias a todo el que puedo. Voy a marchas de protesta pro ecología, hago deporte y motivo a mis amigos a que hagan deporte conmigo, me dedico a trabajar con calidad y a servir a los demás.
Se que bajo este mismo cielo y sobre esta misma tierra tu estas. No te he dejado de querer, al contrario, cada día te quiero mas, por eso cada día trato de construirte un mundo mejor. Se que el mundo es muy grande y no lo podré cambiar, pero doy mi mejor esfuerzo, mi vida, para que donde tu estés seas feliz con tu amor.