Un pequeño niño llamado Joaquín – Cap.5.
Capítulo 5 – “Todos juntos”

Los curas me sacan de la oficina del Director y me llevan a la enfermería.
Afuera me sorprende una fila de aquellos chicos que soportaron el hostigamiento del bravucón y su patota.
Todos me dan una palmada al pasar y dicen...
¡Buena tunda le diste!... ¡Se lo merecía!... ¡Bien… “porteñito”!... etc.

En la enfermería…
Hay médicos del ejército que vinieron para solventar la emergencia.
Está el gigantón… le están dando dos puntadas en el interior del labio. Mano derecha enyesada hasta el codo.
Otro médico me toma del mentón, echa hacia atrás mi cabeza y mira mi nariz… me cura.
Más allá está el padre Patricio, ya lo curaron.
Viene hacia mí… se para a mi lado. El médico me está metiendo un palito con un algodón en las fosas nasales.
Lo miro de reojo… me está contemplando.
Sonríe y se va… - ¡Diablito… diablito!

Al otro día en el comedor…
Terminamos de rezar y nos sirven la comida… es un guiso de arroz, pollo y “papas”.
Miro a los demás comer y me siento complacido. La papa que están metiendo en su boca tal vez la pelé yo… no sé, me siento importante.

En la capilla…
Estoy en la tercera estación del viacrusis.
Otros chicos llegan y se hincan a mi lado.
Los miro…
Uno de ellos – ¿Por dónde vas “porteñito”?
Yo – Bueno por… bla… bla… bla…
Ese mismo – Rezaremos contigo y terminaremos en tres “pasadas”… Son diez ¿no?

Llega el padre Delpiano - … ¡y este milagro!
Yo- Tengo que rezar diez viacrusis y ellos me están ayudando… ¿Se vale?
Hace muecas con la cara…
Se pone una mano en la cintura, la otra en el mentón… se está riendo.
Pone cara ceremoniosa y dice - ¿Son amigos?
¡Sííííííí!... (respondemos todos).
Otra vez hace muecas mientras piensa.
El Padre - ¡Mhmmm!
Todos lo miramos expectantes.
El Padre – Como esto es un verdadero milagro… ¡se vale… se vale!
Se va…
Al rato estamos en las bancas contando chistes y riendo.
Yo - ¡Me sé uno de “curas y monjas”!
El Padre Delpiano detrás de mí - ¡¡¡¿Cómo?!!!
Yo – Esteeee… de “coros y monjas”… que desafinan… y… Bueno, ya me arruinó el chiste (pongo cara de disgusto).
El cura revolea los ojos y sin decir palabra, una mano a la cintura y la otra señalando la puerta…

Salimos corriendo…

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Fondo musical: Tango - El porteñito