Y hasta que después de mucho tiempo ellos habían visto por conveniente casarse el mes próximo, por tal motivo era un hecho que todo el poblado iba a estar invitado y como era lógico el día del casamiento iba a ser un derrochadero de dinero. Muy aparte de toda esta algarabia pero siempre bien enterado de los rumores que se corrían estaba Ducto. Pero quién era este tipo, era pues en ese entonces uno de los hombres con más de 52 hectáreas de cultivos en dicho poblado, aparte de unas 15 propiedades más, que le atribuían un poder económico y social superior al de los demás pobladores, bueno esto era según la visión mental de éste tal Ducto, por tal motivo se creía en la potestad de cometer todo tipo de abusos con el resto de la población, acto del que todos los pobladores estaban ya hartos, pues en muchos de ellos había formado un tipo de miedo-respeto que no los hacía capaces de poder enfrentar a este señor.

El tan ansiado día del casamiento había llegado y toda la población invitada esperaba en la iglesia principal muy cercana a la plaza de dicho poblado. El novio había hecho su aparición muy elegantemente vestido, junto a sus padres, momentos después haría su aparición la novia acompañada de sus progenitores, pero la novia al momento de ingresar a la iglesia vacila y se apodera de ella un sentimiento de temor, sin darle tiempo a reacción, aparece montado en un caballo, con una capa begra y un sombrero oscuro que no deja visualizar su rostro, el tan temido Ducto, para raptar a la novia, diciéndoles a los padres de ésta: "Me parece bien que se case, pero primero me la llevo yo, después que se case, primero pasa por mí, después que se vaya con su marido". Los padres de la novia dieron aviso de que se cancele todo, momentos después informarían al novio de lo acontecido en la puerta de la iglesia, el novio dentro de la tristeza que lo embargaba repitió estás palabras: "Este será uno de los últimos abusos que haya cometido ese desgraciado de Ducto", se retiró a sus aposentos sin decir palabra alguna y se pusó a cavilar hasta el momento en que volviera a aparecer su futura mujer.

Tímida y llorosa apareció la mujer secuestrada en la puerta de la casa de su futuro marido, para ofrecerle disculpas arrodillada y con la cabeza agachada, pero éste no dejo que ella se humille de tal manera ante él, pues éste la levantó y sin pedirle explicación alguna la abrazo consolándola, expresándole de este modo que pase lo que haya pasado el la seguía queriendo como si nada de esto hubiera acontecido.

Habían pasado ya cinco meses del matrimonio frustrado que nunca se llevó a cabo, y por una de las calles del poblado de "O", bajaba montado en su caballo el tan temido Ducto, iba despacio pues no tenía prisa, salía de una de las reuniones en casa de uno de los amigos que tenía en este poblado, pues se habían alcoholizado tanto que a penas y Ducto podía darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor, lo cierto es que ya pasaban de las 23:40 y por las calles del poblado no había ningún transeúnte, como era de costumbre, pues esta situación era muy favorable para sus ya cansadas víctimas, entre ellos el ideólogo de ésta emboscada, el novio, y aunque pocos fueron los que tuvieron las agallas de enfrentar a Ducto, para que éste deje de abusar de la gente del poblado, el merecido que le dieron aquella noche nunca en su vida se la podría olvidar.
Días depues madrugó Ducto amarrado de brazos y piernas y totalmente desnudo con sus genitales en la boca, amordazado con una cinta adhesiva, antes que aclare el alba una ambulancia emergencia lo llevaba a la ciudad más cercana que se encontraba a una hora del poblado de "O". En el hospital de la ciudad el médico encargado señala a las enfermeras que Ducto ha perdido mucha sangre debido a que se le había castrado un músculo muy importante del cuerpo, pero que seguiría viviendo, eso sí, la zona púbica quedo totalmente destrozada que en un futuro sería muy complicado poder hacer una reconstrucción.El hombre de 56 años más poderoso económicamente del poblado de "O", quedaría eunuco por el resto de su vida. El novio había sido vengado.