Pícara era una simpática e inteligente ardilla que disfrutaba homenajeando al sol cada día recitándole poemas que ella misma componía

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Un día decidió madrugar para poder ver el despertar del sol, lo más cerca posible y, para ello, se dirigió al lugar más alto del lugar donde vivía. Iba saltando, cantando y jugando, por los campos todos llenos de flores, cuando de repente se tropieza con una piedra y se cae inconsciente. ¡Pobre Pícara!... Comienza a delirar soñando, que iba al encuentro del Sol convertida en un cohete. Se sitúa a su lado y éste la recibe con una amplía sonrisa:

¡Hola amiga Pícara!.

¡Hola amigo Sol!. ¡Que feliz estoy de poder verlo tan cerquita!

El placer es mío, Pícara.

Me gusta tanto poder disfrutar de su presencia que cada vez que desaparece, durante mucho tiempo, me pongo toda triste. ¡Dios mío! Cuando no está, la lluvia cae sin parar. ¡Casi me muero ahogada! . Yo, y todos mis compatriotas, ¡queremos mas días de Sol y menos de lluvia!.

Eso es imposible. ¿Queréis morir asados?. La lluvia es tan importante en la vida de la Tierra como lo son mis rayos de luz.

¡Ya...., pero adoramos el calorcito tan gustoso que mandas para la Tierra!, exclama Pícara sonriendo.

Apuesto lo que quieras a que nunca te paraste a considerar el mundo de las nubes.....

Me gusta observarlas para ver las figuras que forman...

¡Pues son muy importantes! Son focos fluctuantes de hielo y agua que sirven para regar y controlar la energía que entra y sale de la Tierra.

¡Anda!

¿Sabes como se forman?. Mira, te lo voy a explicar: A través de la transpiración de los vegetales y de la evaporación de los ríos, mares y lagos. Las gotitas de agua pasan del estado gaseoso al líquido, se congelan y forman las nubes.

¿Y las lluvias?

Con la fuerza de la gravedad, los cristales de hielo se precipitan para la Tierra. No queda nada de ellos, se deshacen en millones y millones de gotitas de agua formando una cortina líquida a la que llamamos lluvia.

¡Dios mio! ¡Entonces ahí arriba lo que hay es un océano de hielo en movimiento!. Pícara sonreía con cara de quien entiende todo lo que le dicen.

¿Te acuerdas de haber visto alguna vez lluvia de hielo?, le pregunta el astro.

¡Claro que si!. Alguna que otra vez se produce alguna y, aunque no son divertidas, me gusta lamer el hielo que cae del cielo....

De las nubes.... A éstas gotitas de lluvia se las conoce como granizo y se forman cuando las gotitas de agua se congelan de nuevo al atravesar una zona de aire frío.

¿Y aquella lluvia tan fina que cae días y días sin parar, tiene nombre?

Claro, es la lluvia Criadera o LLovizna y se produce para regar bien el suelo.

¿Hay mas?

Claro que si. Existen los chubascos, la nieve, la tormenta, la tromba, ... Sin olvidarnos de la lluvia Artificial creada por el hombre.

¡Que cantidad!, exclamó Pícara.

Para que el ciclo del agua se un éxito es muy importante la ayuda de todos los habitantes de la Tierra y principalmente la del ser humano. Es necesario que él pare de destruir bosques, de eliminar montañas, desviar ríos, contaminar aguas potables, contaminar el aire, ....

¡Cruzaré los dedos para ello! Yo lo que te puedo garantizar es que ningún animal hace eso.

El Sol frunce el ceño.

Ummmm, ya lo sé. Es al ser humano al que le gusta hacer todas esas cosas, además de echar toneladas y toneladas de gases para destruir la capa de ozono que protege al planeta.

Repito, los animales no tienen la culpa.

¡Es verdad!, eso es cosa de la estupidez humana...

El astro rey continúa, nervioso:

Cada día observo como el humano utiliza muchos objetos desechables, hechos de plástico. Cada vez lava menos vasos, toallas, vajillas, etc. Con muy poco uso, éstos objetos son tirados a la basura ,en ríos, mares, o quemados contaminando el aire con gases tóxicos- advierte el Sol recogiendo un poco sus rayos.

¡Así que es por eso por lo que mis parientes que habitan en las grandes ciudades viven diciendo que los ríos cada vez están mas sucios, apestosos y malolientes!. ¡Pobrecillos!

Así es...., se irrita el sol.

¿Sabes una cosa? - pregunta Pícara. Yo creo que todo eso puede cambiar, sólo es cuestión de concienciar a la gente....

El Sol mas calmo expande sus rayos:

A pesar de todo, yo tengo un especial cariño por la Tierra y en cuanto puedo trabajo por mantener la vida en ella garantizando la fotosíntesis.

¿Foto.... que?, se sorprende Pícara.

Fotosíntesis. Es el proceso de convertir la energía luminosa en energía química para alimentar las plantas.

¡Que bien! ¿Entonces las plantas se alimentan del Sol?

Principalmente

¿Y como se produce la fotosíntesis?

Por la reacción de tres elementos: clorofila, agua y gas carbónico.

¡Impresionante!

Entonces... se podría decir que eres el dueño de la vida.

Soy el dueño de la luz, del calor y de la energía para garantizar la vida en la Tierra, el único planeta de los que orbitan a mi alrededor que tiene ese privilegio.

¡Guahh!

Después, las cosas se van transformando de acuerdo a las Leyes de la Naturaleza y a la buena voluntad del hombre – completa el Sol.

El hombre tiene muchas cosas que aprender de la naturaleza.......

¡Claro! Con la naturaleza aprendemos a cada instante. No te cabrees ante mi ausencia los días que el cielo parece que está forrado de algodón sucio. Eses días estaré jugando con los rayos del sol en otro lugar, para que el ciclo no se detenga.

¡Perfecto!

Eres una ardilla muy sabia y quería agradecerte todos y cada uno de los poemas que me has compuesto y dedicado.

¿Pero... como sabes eso?

Cuando el Sol iba a responder, Pícara se despierta con un gran dolor de cabeza. Medio atontada, se pone de pie sobre las patas traseras y con la delantera se protege los ojos mientras que con la otra se despide del Sol que estaba a punto de ponerse, mientras le recita un poema.