Salvador- Bahia, 18 de julio de 1986
Querida Amada,
Estoy a pensar en ti. Me gusta mucho quedarme así. Todo el mundo para. Acelerado sólo mi corazón: descompasado y atrevido. Primero, por que tu imagen vagueando en mis pensamientos barbulla me sangre, y, otras veces, congela mi alma. Sé también que es un atrevimiento imposible. No soy culpado, más lo siento. Aunque diga “no quiero”, tornase absurdo reconocer esta extraña fuerza. Querías tenerte en mis brazos, poder hacerte cariños. ¿Estoy a te gustar, por qué será? Tengo que parar pues estaré…
Quedo a pensar en ti; imagino dónde podrás estar, si alegre, si triste; Queriendo siempre participar, ayudar en cualquier de las dos situaciones.
Espero me salir de esta situación rápidamente. No importa si te ganando; Mas, sin apuro, y sin muchos disgustos.
Un beso de aquel quien estar a te mirar a distancia, a te gustar en la inconstancia.
De siempre,
Tu eterno amado.