Erase una vez una rana llamada Victoria,que solía pasear entre los arbustos por la gran ciudad,sobre todo salía cuando caía un gran chapuzon,entonces tomaba su paraguas y echabase a croar....croar...porque le gustaba mucho llamar la atencion.
daba saltitos cortos cuando quería muy pronto llegar ,pero si la mariposa María la sabía saludar,entonces sus saltos eran enormes porque nunca quería llegar...
Dicen los sabios entendidos que Victoria,sabía bien lo que quería y nadie la podría nunca engañar.