Dicen que esta parte del bosque no se debe visitar,
dicen que está encantado, hechizado. Pero olvidando
lo que dicen me dispuse a entrar y me interné en esa
parte misteriosa del bosque con algo de temor.
La belleza del lugar me cautivaba, los altos y
bellos árboles con sus ramas danzantes al ritmo de
la brisa, el aroma de la salvaje vegetación era el
latido mismo de aquel bosque vivo. Camino y camino y
nada encantado se presenta a mi paso...todo se ve tan
normal, no hay nada a que temer.
De pronto veo cuatro mariposas volar en extraña
formación cerca de mí. El rumbo de su vuelo
forma extrañas y divertidas figuras en el aire...un
círculo, un arco, sinuosas formas pintadas con los
luminosos colores de sus agitadas alas. Nunca vi
tan bellas y magníficas mariposas rondando seductivas
en el bosque. Ellas se acercan a mí y vuelan en
círculo sobre mi cabeza, se acercan más y más...
parece que quisieran coronar mis sienes con sus
alitas de colores, luego descienden hasta mi cintura
y la ciñen hasta el límite que les permite mi figura.
Me fascinan y me encantan por algunos momentos y
luego formándose como línea indicativa, me invitan
a seguirlas por los senderos del bosque. Siento temor,
¿adónde me llevan? - pero el miedo no me detiene y
jugando sigo tras de ellas...llegamos a una especie
de cueva en la ladera de un monte, su entrada está
oscura y me detengo. Las mariposas insisten en que
siga su camino pero la oscuridad me detiene, entonces
sucede algo mágico y mis amigas se transforman en
mariposas luminosas que despidiendo una tenue luz
iluminan el camino que ahora es más fácil de seguir.
Qué puedo hacer... me interno con ellas muy profundo
en ese mundo de rocas duras apenas iluminadas. Llegamos
entonces a un gran lugar donde sobre un lecho de
piedra, descansa una joven. Me acerco a ella, las
mariposas iluminan la escena para que yo pueda ver
mejor a aquella joven dormida. Entonces veo su rostro,
admiro la corona que ciñe sus sienes y las joyas
que cruzan su cuello. Es muy bella y está dormida,
en vano intento despertarla y luego comprendo que
duerme para siempre seguramente bajo el embrujo de
algún perverso hechicero. Toco su piel y la siento
cálida, su corazón agita su pecho y su aliento es
como suave brisa entre flores de azahares. Las
mágicas mariposas intentan decirme algo, tal vez me
han elegido para romper el hechizo.. pero, ¿Cómo he
de hacerlo ? recordando aquel cuento de hadas de
la infancia...¿no sería un príncipe el elegido para
despertar a la princesa con su beso de amor?. Pero
yo no soy un príncipe, con suerte hubiese sido una
princesa, pero mis meditaciones no me llevan a ninguna
parte y vuelvo a acercarme a la bella joven que yace
dormida. Dígame que debo hacer para despertarla Su
Alteza, sé que es una princesa de algún reino
encantado que cayó bajo la magia oscura y cruel
de algún hechicero o de alguna bruja malvada celosa de
su belleza. Las mariposas se acercan a ella y forman
un círculo de luz sobre sus labios, entonces lo
comprendo... debo besarla, eso ha de romper el encanto
que la mantiene dormida eternamente. Me acerco a ella,
miro su boca dormida y la beso...mis labios sienten
la dulzura de su piel y el perfume de su aliento. Pero
nada sucede... me equivoqué, no es la manera de
romper el encantamiento, me siento desolada. Es tan
bella y joven y no puedo liberarla...siento pena y
rabia, con desesperación me rebelo ante el destino
y vuelvo a juntar sus labios con los míos, esta vez
con inusitada fuerza intentando en aquel beso intenso
traspasar mi propia vida a su vida, me quedo pegada
a sus labios buscando el milagro de su despertar y
de pronto, como si un rayo estallara en una tormenta
terrible...todo se ilumina, la luz invade aquel lugar
que comienza a transformarse en un hermoso castillo,
las mariposas vuelan jubilosas y la más hermosa de
ellas toma la forma de un apuesto príncipe, las otras
tres conviertense en atractivas doncellas. Los ojos
dormidos de la princesa se abren a la luz del
nuevo amanecer, son ojos que sólo una princesa podría
tener, y su color... el color de los rayos del sol
reflejados sobre la miel. Se incorpora y abraza al
príncipe, por cierto su novio, mientras las doncellas
los rodean. Luego el príncipe me entrega su gratitud:
Tú nos has devuelto la vida, estabamos condenados
por toda la eternidad, ella a dormir para siempre
y yo a volar como mariposa junto a las doncellas,
nadie quiso seguirnos hasta aquí, el temor los hacía
huir lejos de estas tierras encantadas. Luego me
hace una oferta : Si quieres te quedas con nosotros
a vivir en nuestro castillo para siempre o regresas
a tu tiempo. Entonces con tristeza le respondo que
debo regresar a mi propio mundo...luego sonrío y
reflexiono para mí... tal vez mi destino sea despertar
con un beso a otras princesas o perseguir hermosas
mariposas a través de los senderos de los bosques
de la vida.
Gracias por tu lindas palabras, me alegra saber que esta historia de hadas haya sido de tu agrado. sinceramente, tu amiga Pilar