Una cigarra considerada como no grata, fue expulsada de un próspero bosque donde todos, excepto ella, trabajaban desde tempranas horas de la mañana hasta bien entrada la tarde. La cigarra deambulando sin tener donde vivir, denigraba de sus vecinos y vociferaba a toda voz: "Por ser dotada del arte musical me echan y me desprecian con talante, pareciera que mi canto no tuviera nada importante"; en eso pasa una abeja, y al escuhar la protesta de la cigarra, le dijo: "Hermana, el cantar no te exime de trabajar, yo tambien soy amante del arte musical, yo danzo entre las flores mientras hago mi trabajo con todos los honores."
Moraleja:
A veces por querer vivir del arte, lo mandan a uno con su música a otra parte.
buenisimo pajitas