No recuerdo cuando fue la última vez que le vi. Era el hombre más duro con el que me he encontrado a lo largo de mi vida. Su semblante, siempre oculto tras ese pañuelo azul que cubría su cuello, es todo un enigma. Pero poseía los ojos más penetrantes que he podido ver. Me ha estado persiguiendo desde entonces. Siento su aliento cerca, apuntándome con ese maldito sable. Con la mira de su arma apuntándome de lejos. Mitad hombres, mitad máquinas, son la peor escoria que ha inventado el ser humano. Y aquí estoy yo, el último de mi especie, cargando con la losa de ser el único superviviente. Dados caza por nuestro pelaje, nos han ido exterminando. Mis garras han despedazado miles de cuerpos metálicos en una odisea por vengar la masacre de mi pueblo. Pero ya no me quedan apenas fuerzas. Y las que me quedan son para enfrentarme a él. Me encontrará. Lo sé. Puedo oler el aceite que corre por sus venas. Y, ese día, ese maldito día en el que por fin me de caza como a un felino más, por fin me podré reunir con ellos. Pero, a cambio, su vida se desvanecerá entre mis fauces, desgarrado por la ira y el odio que me profesa. carmendeloma.blogspot.com. Obra registrada a nombre de Carmen de Loma en SafeCreative.