Cuenta la leyenda que antes de que la humanidad existiera se unieron varios duendes para hacer una travesura, uno de ellos dijo:- Pronto serán creados los humanos, y no es justo que tengan tantas virtudes y tantas posibilidades. Deberíamos hacer algo para que les sea más difícil seguir adelante. Llenémoslos de vicios y de defectos, eso los destruirá.- El más anciano de los duendes dijo: “esta previsto que tengan defectos y dobleces pero eso solo servirá para hacerlos más completos. Creo que debemos privarlos de algo que, aunque sea les haga vivir cada día un desafió”.
- ¡Que divertido! - Dijeron todos. - deberíamos quitarles algo que sea importante, ¿Pero qué? Después de mucho pensar, el viejo duende exclamó: ¡ya se! Vamos a quitarles la llave de la felicidad. Maravilloso, Fantástico... excelente idea – gritaron los duendes mientras bailaban alrededor de un caldero. El viejo duende siguió “El problema va a ser donde esconderla para que no puedan encontrarla. El primero de ellos volvió a tomar la palabra: “vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo”. A lo que inmediatamente otro miembro repuso “ No, recuerda que tienen fuerza y son tenaces, fácilmente alguien puede subir y encontrarla, y si uno la encuentra, ya todos podrán escalarlo y el desafió terminará. Un tercer duende propuso: “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar” Pero todavía un cuarto tomó la palabra y dijo: “No, recuerda que tienen curiosidad, en determinado momento alguno construirá un aparato para poder bajar y entonces la encontrara fácilmente.
El tercero dijo: “Escondámosla en un planeta lejano a la tierra. A los cual los otros dijeron: “No, recuerda su inteligencia, un día alguno va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la descubrirían”: Un duende viejo que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las respuestas de los demás, se puso de pie en el centro y dijo: “Creo saber donde ponerla para que realmente no la descubran. Debemos esconderla donde nunca la buscarían. Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:¿Dónde? El duende respondió:
“La esconderemos muy dentro de ellos mismos ... muy cerca de su corazón”, las porras y los aplausos se multiplicaron, todos los duendes reían: “Estarán tan ocupados buscándola afuera desesperados, sin saber que la traen consigo todo el tiempo”. Un joven duende escéptico acotó: “Los hombres tienen el deseo de ser felices y tarde o temprano alguien será lo suficientemente sabio para descubrir donde esta la llave y se lo dirá a todos. “Quizá suceda así” dijo el más anciano de los duendes –“pero los hombres también poseen una innata desconfianza de las cosas simples. Si ese hombre llegara a existir y revelará que el secreto esta escondido en el interior de cada uno, nadie le creerá. . . “