¡Te odio! ¡Oh, cóm te odio!:
Por tener esos ojos hermosos,
mares azules, tan quietos,
que me miran temerosos
y se muestran tan inquietos;
por esa boca divina,
estuche de lindas perlas,
que me niega, con gran grima,
besarla, hasta comerla;
por tu cintura estrecha
que en ánfora te convierte,
y no concederme la suerte
de entre mis brazos tenerte;
por esas firmes caderas
redondas y bien salaces,
sueño delicias arteras
que haces se tornen falaces;
por tus muslos tan redondos,
cálidos y endiablados,
que llevan a lo más hondo
mis pensamientos taimados.
Por eso y por mucho más
-ya que te amo hasta morir-
¡¡¡te odio!!! Y te odio, además,
¡por hacer burla de mi sufrir!
¡Te odio! ¡Oh, cóm te odio!
No puedes odiarla por favor Es esquivo el sentimiento De encontrar allí el amor Solo sientes el dolor De no alcanzar su portento. Felicidades. Sí que hay musa. No te preocupes que ya habrá otra con menos atributos y veas florecer el amor.