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LA VENDEDORA DE FÓSFOROS

Era casi de noche y hacia un frío horrible; estaba empezando a nevar. Faltban unas pocas horas para el Año Nuevo.

en medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña caminaba a pie desnudo y sin abrigo por las solitarias calles ¡Como tiritaba!

En uno de los bolsillos de su gastado delantal llevaba varias cajitas de fósforos. Con una mano sostenía una de ellas, lista para ofrecersela a algún posible comprador. Hasta ese momento no podido vender ninguna; y nadie se había comparecido tampoco de su desgracia ni de su hambre ni de su cuerpecito helado y tembloroso.

la nieve caía sobre sus cabellos, mientras más alla, en las tibias y confortables casas, sus habitantes bebían y comian alegremete, olvidades de los pobres que, como ella, se gardecian en las calles.

"Esta noche -penso la niña- los pobres no tendremos ni alegría ni una exquisita comida".


La pequeña vendedora de fósforos se sentó, como mejor pudo, en la escalera de un edificio , tratando de abrigar sus pies descalzos con el calor de su cuerpo. Pensó por un momento volver a su casa pero ¿y su padre? Si ella volvía sin haber vendido al menos una caja de fósforos, el le daría unos cuantos golpes. Además, en casa hacía tanto frío como allí.

La niña tenia las manos heladas “¡Ah dios mío! ¿ Y si encendiera un fósforo? – pensó – tal vez conseguiría entrar en calor....”

Incapaz de seguir soportando la horrible temperatura, prendió un fósforo; entonces surgió una tibia y brillante llamita. La niña noto inmediatamente en calorcillo y extendió sus manitas entumecidas sobre la llama del fósforo.

“¡Cuánto me gustaría calentarme junto a una gran chimenea, como la gente de esas lindas casas¡”, pensó tristemente.

De pronto , el fósforo se apago. Pero ella tenia mas cajas de fósforos en el bolsillo; entonces encendió otro. De nuevo quedo brillando una llamita que, al proyectarse en la pared, le dio una transparencia que permitió a la niña ver el interior de la casa en cuyo muro estaba apoyada.

Era una casa rica, confortable, donde había una mesa llena de botellas y de finos platos con apetitosas comidas. ¡OH! En el centro de la mesa había ¡un pavo!, enorme , jugoso y humeante aun. Entonces ocurrió algo inesperado: el pavo dio un salto y voló hacia la vendedora de fósforos, la que lo tomo con sus frías manitas; pero justo en ese momento el fósforo se apago , dejándola en la oscuridad y con mas frío aun.
La niña saco otro fósforo y lo encendió. Entonces se pudo ver a si misma sentada ante un precioso árbol d navidad repleto de cosas maravillosas: muñecas, viejitos pascueros, botitas......

La niña tendió sus manos hacia esas maravillas , con unas ganas enormes de acariciarlas...pero nuevamente el fósforo se apago y las lucecitas mágicas que tenia el arbolito de navidad subieron alto, muy alto, hasta confundirse con las estrellas. Y entonces una de ellas cayó en la inmensidad, dejando una especie de polvito brillando a su paso.
-Alguien ha muerto- murmuro la niña, recordando lo que una vez le había dicho su abuelita: “Cuando una estrella cae del cielo, un alma buena vuela hacia él“.

-¡OH, abuelita!- exclamo- ¿Por qué no me llevas contigo?

Pero su abuelita había muerto y no podía ayudarla. Entonces tuvo miedo de quedarse sola , en medio de la oscuridad y del frío. Se apuro en encender todos los fósforos que le quedaban. Estos estaban ardiendo vivamente cuando la pequeña vendedora de fósforos vio en la brillante luz producida por las llamas, a su abuelita. La anciana la tomo en sus brazos se la llevo volando por un camino celeste lleno de luz, hasta el cielo, donde la pequeña ya no sentía mas frío ni hambre, donde no sufriría mas el egoísmo de su padre ni de la gente....

Unas horas mas tarde, en la helada madrugada, encontraron a la niña de los fósforos todavía sentada sobre la escalera del edificio. En sus labios entreabiertos podía verse una angelical sonrisa.
Había muerto de frío en la noche de Año Nuevo.

Estaba rígida y conservaba aun, en el bolsillo de su gastado delantal, una caja de fósforos.

- La pobrecita quiso calentarse y no pudo- murmuraron algunos vecinos.

Pero nadie pudo adivinar las maravillas que la pequeñas había visto en sus últimos momentos ni a que lugar feliz la había llevado su abuelita......
Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
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6 comentarios. Página 1 de 2
Arcelia
invitado-Arcelia 09-08-2006 00:00:00

Hace mucho tiempo leo los cuentos diarios, la verdad es que la gran mayoría de ellos, no tienen la estructura para denominarse cuentos, por lo tanto agradezco la feliz ocurrencia de que alguien pusiera el ejemplo o modelo de lo que ¡¡¡SI!!! es escribir. Ojo mediocres.

Pablo
invitado-Pablo 19-07-2006 00:00:00

Felicitaciones es un cuento tierno que refleja lo injusto que son algunos hombres con sus hijos. Muy buena. Bonita creación . Continúa

gaia
invitado-gaia 02-07-2005 00:00:00

mmmm..se supone que en esta pagina solo se suben creaciones propias...bueno ..este cuento la pequeña vendedora de fosforo me lo leyo mi madre cuando era muy pequeña y yo a mis hijas tb hace mas de 15 años... mala cosa..eso no se hace .

Pau 2
invitado-Pau 2 02-07-2005 00:00:00

...pero lo escribió..."La vendedora de fósforos" es un cuento de Hans Christian Andersen, que deja mucho para pensar por cierto. Alguien lo compartió aquí... Pau

Doralis
invitado-Doralis 13-12-2004 00:00:00

Tanto consumerismo y vanalidades. Cuantos fósforos se apagarán antes de que llegue el año nuevo.

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