era fin de semana. todos mis amigos me llamaron para irnos a la playa. tu ex-mujer va a ir, y, ¿quién sabe si vuelven?. yo escuchaba sus comentarios. silvia, pedro, maruja y juan estaban preparando sus maletas para el campamento. les había ayudado a preparar dos asados, les presté un cooler, y mi auto, que era espacioso y cómodo. ellos tenían ya cuatro hijos entre los cuatro y vivían cerca de mi casa, era amigos de toda la vida, pero, apenas escuché sus intensiones de que volviera con mi ex-mujer, sentí que no eran tan amigos como pensaba. miré los asado, mi auto y sentí las ganas de decirles que se vayan al carajo... pero, me contuve y les dije que tenía frío, y no tenía ganas de estar cerca del mar. me miraron y me dijeron que bueno, que para otra vez será. chau, les dije. mañana partimos muy temprano, quizá no te veamos, o sea que adiós pedro. adiós, les dije. nos abrazamos y ellos dejaron mi casa. cerré la puerta y encendí la televisión. estaban dando una película de guerra, ese de los gringos que matan a los alemanes malos, etc. cambié de canal. había fútbol, pero, ya sabía que el cienciano del perú le había ganado por goleada al boca. apagué la tv. mejor salgo a caminar, pero, ¿el frío?. mejor no, mejor me acuesto, sí, claro que sí. una bañaba, una talqueada, un buen libro y una cama abierta... eso hice y cuando me bañaba, y me frotaba mis partes, recordé a mi ex. tuve una erección, seguí jaboneándome, pensaba en otra mujer, la que había visto esta mañana mientras compraba la comida para mis amigos. recordé la conversación que tuvimos, el teléfono que me dio, su nombre: sonia. sí, me dije, la llamo, quizá aún no se ha acostado y podamos conversar por teléfono. me sequé y me puse una bata. cogí mi agenda y busqué su fono. la llamé. ella contestó. ¿sí?. hola, soy abelardo, ¿te acuerdas de mí, de esta mañana en el autoservicio?. ¡ah!, pedro, sí, sí me acuerdo de ti, qué milagro, y... a que se debe esta llamada. bueno, la verdad es que me moría de frío y me han dicho que lo mejor cuando lo sientes es hablar con un conocido, y tu, ¿qué haces?. ¿yo?, ah, sí, estoy preparándome para salir fuera de la ciudad, tu sabes, semana santa, semana larga... oh, le dije, pensé que te ibas a quedar en lima. sí, eso te dije, lo recuerdo, pero hoy justo, me llamó mi ex, y, como no tenía nada que hacer, le dije que sí, que sí podía acompañarlo al largo fin de semana. ¡que bueno! me alegra por ti, le dije, bueno, imagino que estás preparando tus cosas. sí, justo acabo de terminar y me estaba dando un baño cuando sonó el fono, estoy empapadita y con un frío terrible. le iba a decir que si quería la acompañaba a su cama, pero no, eso era muy atrevido. le dije que la entendía, aunque en el fondo, de solo pensar que estaba desnuda, me ponía erecto. de pronto, se calló y sentí su respiración, era linda, y mi corazón palpitaba como un caballo. ¿estás allí?, pregunté. ¡oh!, perdón, pero te tengo que colgar. la escuché pero no le respondí. ¿estás allí?, esta vez ella preguntó. sí, aquí estoy, y tengo mucho frío, le dije. colgó, y yo me quedé, sinceramente, desconcertado. iba a volverla a llamar, pero, no, mejor no, mejor me echo en mi cama y me pongo a leer un viejo libro. eso hice, y cuando estaba concentrado, el fono sonó. es ella, pensé. corrí como un perro que busca su comida y levanté el fono. ¡aló!, dije. pedro, soy paty, (era mi ex-mujer), te llamo porque sé que quizá vas a ir mañana con nuestros amigos. no contesté. ¿pedro, me escuchas?. sí, respondí, ¿qué quieres?. nada, solo deseaba saber si ibas a ir, porque yo sí voy a ir, pero no sé si ya lo sabes, estoy saliendo con un amigo, espero que no lo tomes a mal. no respondí. ¿pedro?. ya te escuché, ¿algo mas?. no, solo era eso, ¿no deseas hablar?. no, respondí, tengo frío, mucho frío, y colgué.
san isidro, abril de 2007