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Categoría: Terror

Una Lección

El hombre con corbata era una persona bastante normal, vulgar, nada misteriosa. Por su puesto, pertenecía a ese grupo de personas que solo creen lo que ven y jamás indagan en las fuerzas que sostienen el universo; ningún temor ensombrecía su vida y qué decir... se comportaba de modo escéptico y ajeno ante cualquier suceso extraño. Para el todas esas fuerzas, tanto de luz como de oscuridad, no eran mas que simples invenciones de algunas mentes perturbadas... ¡y que placer suponía, tras haberse lavado la cara, levantar la cabeza y verse reflejado en el espejo con toda normalidad¡; ninguna deformidad o pústula en su rostro... ninguna aparición fantasmagórica acechándole por la espalda.. siempre encontraba agua y nunca sangre cuando bajaba la cabeza de nuevo para cerrar el grifo... Jamás en su vida sintió, tumbado insomne en la cama, esos dedos gélidos que gustan de recorrer la piel expuesta de los mortales para causarles angustia y mortificarles, todo ello no existía para él. Ante las películas de terror reaccionaba con sonoras risotadas, mofándose de todo su significado, y exasperando a sus amigos, que siempre se agazapaban en sus sillones, encogidos, presas del pánico...

¿Cuántas veces se había reído del lado oscuro? ¡Innumerables¡¡...
Realmente el lado oscuro había perdido ya la cuenta...

Decidió pasar unos días fuera, y un anuncio expuesto en una agencia de viajes (bastante tétrica y extrañamente barata) le llevaron a un pequeño pueblecito perdido en algún lugar de Alemania. Su vida estresante y las agotadoras jornadas de trabajo nunca le dejaron mucho tiempo para admirar las maravillas de la naturaleza; así que, y aunque un poco incrédulo al principio (jajaja... esa era la máxima de su vida.. ¡incredulidad¡) quedó extasiado al contemplar el verdor de los tupidos bosques alemanes y la inmensidad de las montañas que rodeaban tan singular paraje; ¡estaba encantado!.

Apenas tardó unos minutos en recorrer el minúsculo pueblo, y ya de vuelta a su refugio alquilado, una vieja de aspecto afable y sonrisa encantadora le abordó...
-"Hola joven... ¿no eres de aquí, verdad?", dijo con un tono de voz divertido
-"No señora. Sólo vine a pasar unos días...", respondió él, escrutando los azules ojos de la anciana, singularmente hermosos y extrañamente claros
-"Ah¡ ¡Entonces te encantará subir a aquella montaña¡" y señaló una que tenía forma de castillo. -"El camino es algo tortuoso y escarpado... ardua tarea... pero te aseguro que las vistas desde allí sobrecogerán tu alma y encenderán tu espíritu...¡
-"jajajaja... mañana mismo emplearé el día en comprobarlo... . Gracias por el consejo amable señora"
-"jejeje, de nada hijo. Hala, hala, sigue con lo tuyo", enfatizó, dando por terminada
la conversación, pero nunca dejando de observarle.... El hombre con corbata siguió su camino; al dar la espalda a la vieja no pudo observar que el azul de sus ojos tornabase negro como el más profundo de los abismos..

Tras un imperturbable y reparador sueño, y con el estómago bien lleno, emprendió el camino. Tal como la vieja había vaticinado, la senda era un tanto incómoda de recorrer, pero el aire puro y la frescura del ambiente apagaron cualquier atisbo de arrepentimiento.
Una vez en la cumbre de la montaña, el hombre con corbata se sintió libre, feliz y relajado... como ido... y por tal causa no pudo darse cuenta de que al otro lado del acantilado una pareja de jóvenes satánicos, que habían subido a aquel remoto lugar para practicar a saber que orgías o maldades, le observaban muy atentamente.
Tal era la euforia del hombre sin corbata, que se sintió impulsado a gritar a pleno pulmón

-"Eeeeeeeeeeooooooooooo"
-"Eeeeeeeeeeooooooooooo", el eco le devolvió sus propias palabras

-"¡Aquí estoy!"
-"Aquí estoy... estoy.... estoy..."

-"¡ven a por mi!"
-"Morirás... morirás... MORIRAS...."

La fuerza de aquellas palabras en sus oídos resonó con tal fuerza y le dejaron tan paralizado por el miedo (pues creíase solo en el lugar) que ni siquiera pudo echar a correr... no pudo dar rienda suelta a su pánico, para él algo nuevo, y allí se quedó inmóvil... pero en su interior, dentro... dentro... la sangre enloquecida que corría por sus venas buscaba una salida... deseaba huir de aquel sonido jamás escuchado, poderoso... peligroso... maldito...

Finalmente la sangre encontró escapatoria y, reventando los globos oculares del hombre sin corbata, salió con una fuerza tan tremenda que fue a parar abismo abajo...

Cayó desplomado el hombre, su corbata salpicada por algunas gotas de su yo más interno, y su espíritu, totalmente consciente de lo que hasta ahora había negado, quedó atrapado en el fondo de aquel acantilado para siempre. El lado oscuro le poseía por fin¡¡... y le condenaba a atraer a otros como él hasta aquel lugar maldito para hacerles partícipes de la oscuridad que rodea la vida cotidiana...
Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.1
  • Votos: 49
  • Envios: 4
  • Lecturas: 7147
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
Marysol
invitado-Marysol 31-01-2004 00:00:00

Distinto, creativo, original, bien logrado. Definitivamente me gustó. Un buen cuento: breve conciso, atrapante, una pizca de morbo y un final inesperado. Te felicito!

marcial
invitado-marcial 30-01-2004 00:00:00

Realmente este personaje me hizo reflexionar sobre eso de creer o reventar, y el tippo este reventó, ojo, tal vez esté acechando en cualquier lugar turístico para realizar el milagro de que creamos!!

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