Una esperanza para los muertos.

(Relato Religioso 119)

¿Hay alguna esperanza para los muertos?. ¿Por qué nos hacemos esta pregunta?.

Todos queremos vivir y disfrutar de la vida junto a las personas que amamos. Por lo tanto, es natural que anhelemos ver de nuevo a nuestros seres queridos que han muerto.

Lo que la Biblia enseña es que la mayoría de las personas que han muerto volverán a la vida. De hecho, Jesús prometió que “los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán” [Evangelio de Juan, capítulo 5, versículos 28, 29]. Las personas que resuciten aquí en la Tierra tendrán la oportunidad de vivir en ella y verla convertida en un paraíso, tal como Dios se propuso desde un principio. [Lucas 23:43]. En efecto, en ese futuro maravilloso, los seres humanos que sean fieles a Dios disfrutarán de vida eterna y de salud perfecta. La Biblia dice: “Los justos mismos poseerán la tierra y residirán para siempre sobre ella”. [Salmo 37:29]. Vea también el texto de Lucas 7:11 al 17.

Jehová Dios es “la fuente de la vida” [Salmo 36:9] Por lo cual es lógico que El también pueda devolver la vida a quienes han muerto. La Biblia nos asegura que eso es lo que hará en el futuro. [Hechos 24:15]. ¿Por qué desea Dios resucitar a los muertos?.

Nuestro Creador quiso que los humanos viviéramos para siempre [Génesis 1:31 y 2:15 al 17]. Y ese deseo no ha cambiado. Le duele ver la clase de vida que tenemos: muy corta y llena de problemas. [Job 14:1, 14, 15].

¿Qué nos enseñan los relatos de 8 resurrecciones relatadas en la Biblia?. Veamos el ejemplo de la resurreción de Lázao por Jesucristo.

La Biblia enseña que los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto”, es decir, ni están vivos en algún lugar, ni se dan cuenta de nada. El relato sobre Lázaro lo confirma. Cuando él volvió a la vida, ¿emocionó a la gente contandole cómo era el cielo?. ¿La asutó sobre horribles historias sobre un infierno ardiente?. No. La Biblia no dice nada de eso. En los 4 días que estuvo muerto, Lázaro no había tenido “consciencia de nada en absoluto”. [Eclesiastés 9:5]. Había estado durmiendo en la muerte.- Juan 11:11

Lo que sucedió con Lázaro también nos enseña que la resurrección no es ninguna leyenda, sino una realidad. Jesucristo levantó a Lázaro ante los ojos de toda una multitud. Ni siquiera los líderes religiosos se atrevieron a negar el milagro, y eso que odiaban a Jesús. Más bien, dijeron: “¿Qué hemos de hacer, porque éste hombre ejecuta muchas señales?” [Juan 11:47]. Muchas personas fueron a ver al resucitado y terminaron creyendo en Jesús. Vieron que Lázaro era una prueba viva de que Jesús era el enviado de Dios. Tan clara era esa demostración que algunos de los insensibles líderes religiosos judíos se pusieron a buscar la forma de matar a Jesús y a Lázaro.- Juan 11:53 y 12:9 al 11.

Entonces, ¿creó Dios al hombre para vivir en los cielos?. No. El hizo a los ángeles para que vivieran en los cielos, y a nosotros, para que vivamos en la Tierra [Génesis 1:28, Job 38:4, 7]. Tomando eso en cuenta, piense en las resurrecciones que realizó Jesucristo. ¿Dónde resucitaron esas personas?. Aquí, en la Tierra. Y lo mismo va a ocurrir con la mayoría de las personas que resucitarán en el futuro: vivirán en la Tierra.

Sin embargo, Dios ha escogido a un pequeño grupo de personas para resucitarlas en el cielo, donde tendrán un cuerpo espiritual. [Lucas 12:32, 1 Corintios 15:49 y 50]. Este grupo gobernará toda la Tierra junto con Jesucristo [Revelación o Apocalipsis 5:9, 10].

Si desea más información sobre este tema bíblico, consulte el capítulo 7 del libro ‘¿Qué enseña realmente la Biblia?’ publicado por los testigos de Jehová. Puede conseguir este libro conversando con uno de los testigos que vivan en su lugar y gratuítamente ellos se lo pueden ofrecer y ayudarlo también a entender y comprender más profundamente la maravillosa esperanza que tienen los muertos sobre una resurrección para vida sobre la Tierra.