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Categoría: Hechos Reales

Una gratísima visita

En España, según el lugar en donde se halle situada, la casa de campo recibe distinto nombre: cortijo, barraca, pazo, masía, etc. En la alta montaña de Aragón se les denomina borda, mientras en la parte llana recibe el nombre de torre.

Hoy, en la torre donde estoy pasando las vacaciones, he recibido una anhelada visita que me ha llenado de alegría. Nada menos, que atendiendo a mi invitación, han acudido a la cita don Salustiano y mi entrañable colaborador y amigo Floren, el escritor que firma sus creaciones con el seudónimo de Anfeto.

Huelga decir que les he preparado una magnifico ‘costellada’, nombre que aquí se le da a las costillas de cordero cocidas a la brasa como plato principal de la comida
.
Tanto la comida como la sobremesa ha sido una verdadera gozada, de esas que no se olvidan jamás. Don Salustiano es un ser encantador, con una facundia inagotable, y una memoria prodigiosa que le permite remontarse a hechos, anécdotas, personajes de todo el siglo pasado con una amenidad que para sí quisieran los historiadores de la época. Floren, que le conoce hasta el tuétano, sabe extraer de su conversación materia suficiente para escribir todo un tratado del arte del bien vivir.

Resulta graciosísimo oír hablar a don Salustiano de sus andanzas matrimoniales. Se confiesa ferviente enamorado de su “santa esposa”, (siempre que la nombra la denomina así). Pero, dice, que eso ocurre porque desde su infancia se descubrió ser un adepto incorregible de las enseñanzas del marqués de Sade. Él dice pertenecer al signo de Piscis, mientras que su “santa esposa”, es Taurus. De tal modo que no coinciden absolutamente en nada, ni en lo material ni en lo espiritual. Tan es así, que en los sesenta años de casados que celebraronn el día seis de este mes de septiembre, ella jamás le ha preguntado: “¿Qué quieres que hagamos hoy?” Siempre se ha hecho lo que ella ha dispuesto y mandado. Y en la palabra “mandado”, don Salustiano le aplica un gran dosis de énfasis, revelador de su contundencia inapelable.

-¡Bien que te valistéis, Floren, de mis confidencias, para plasmarlas en tu novela ‘Paquita’! -le dice con pícara sonrisa y un tono casi paternal.- Y hablando de tus novelas, ¿cómo es que no te ha dado nunca por editarlas?

-Es verdad – ratifico yo.- Pues las dos que he leído en Busca cuentos, con independencia de la carga erótica que acarrea la transcripción de hechos reales, según me habéis explicado vosotros dos, lleva un trasfondo moral impresionante, tanto la una como la otra, que titulas ‘Amores truncados’.

-No sé a qué viene esa extrañeza, Angel. Pues tú bien sabes que nunca me he considerado escritor. Y no siéndolo me parecería osadía imperdonable el hecho de querer asemejarme a ellos editando lo que escribo como simple entretenimiento –me rebate Floren con la faz un tanto crispada por repetirle una vez más lo que estamos hartos de discutir.

-Bueno, no te enfades, hombre, que solo lo he indicado para ver si seducía a don Salustiano para que mediase en favor de este deseo, que sabes sobradamente he mantenido desde el momento en que las escribistes..

-Don Salustiano me conoce tan bien como tú y sabe cual es mi postura en esta cuestión. Hablando de otro tema, y ahora te toca a ti, vuelvo a repetirte porque no escribes más cuentos de Carlitos. A mi me gustan mucho y al parecer a parte de tus lectores también, según he leído en algunos comentarios.

-Mira, Angel, -tercia don Salustiano- yo también los he leído y se los he dado a leer al penúltimo de mis nietos, que acaba de cumplir quince años, y nos declaramos fervientes fans de esos cuentos.

-Hay que ver, don Salustiano, lo prolífica que es su familia –le digo yo, eludiendo contestar a la sugerencia de los amigos- Nueve nietos, entre uno y treinta y tres años. El pasado año ha tenido usted una cosecha extraordinaria: una nieta, dos bisnietos y una bisnieta. Y, según usted nos ha contado, el próximo año espera dos bisnietos más.

-SI; no puedo quejarme. El hecho de que mis hijas sean nacidas en la década de los cuarenta, mientras mi hijo alumbrase al mundo en mil novecientos sesenta y seis, es lo que me permite la satisfacción de alternar el nacimiento de nietos con bisnietos.

Y de esta guisa y tratando innumerables temas, que surgían al calor de la conversación, hemos pasado el día hasta las ocho de la tarde, en que se ha levantado la sobremesa, y ellos, con el maletero repleto de fruta, han emprendido la ruta de vuelta hacia Barcelona, con la expresión veraz de mi sincero agradecimiento por el día tan feliz que me han hecho pasar.

Gracias don Salustiano. Gracias Floren... Anfeto.

03/09/2005
Datos del Cuento
  • Categoría: Hechos Reales
  • Media: 5.69
  • Votos: 80
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5 comentarios. Página 1 de 1
Celedonio de la Higuera
invitado-Celedonio de la Higuera 28-09-2005 00:00:00

Cuentas de forma muy interesante esa comida y esa conversación tan jugosa. Me uno a la idea de Lébana. Se puede madurar. Internet es sin duda un medio de unión entre gente muy diferente. Yo podría aportar unos exquisitos piononos. A ver qué pasa. Un saludo.

Joaquín Ledo
invitado-Joaquín Ledo 28-09-2005 00:00:00

Félix: Hoy vi tu saludo en mi Libro de Visitas. Vine a agradecerte y felicitarte (de paso) por compartir esos momentos de amistad. Hace un par de días le mostré a Cindy el escrito aquél que me dedicaste “El amor y la ausencia” y lo elogió mucho. Dada mi mal habida fama, debo aclararte que con Cindy solo nos une una amistad de cinco años. Te felicito por tu cuento. Joaquín

Lébana
invitado-Lébana 27-09-2005 00:00:00

... en el sur después de leer esta historia real que te ha traido a nosotros después de casi dos meses de ausencia te hago un ruego con cierta envidia por esa estupenda comida. ¿Por qué no organizas una merienda campestre para los amigos de Buscacuentos?. Yo aportaría una caja de langostinos de Sanlucar y unas cuantas botellas de manzanilla bien fría. Los demás que aporten lo típico de su tierra y ¡menudo festín!. Un abrazo.

Lágrima Azul
invitado-Lágrima Azul 26-09-2005 00:00:00

hola!, me estaba temblando la pantalla cuando te voté, je, he tenido suerte salió la nota que me apetecía ponerte, el diez, je! bueno, bueno, costillas!!, qué ricas!!, Carlitos!!, qué majo!, cuentos!!!, de él sí!!yo quiero, je, je, buena compañia!! buenos amigos!!, vaya visita tan linda, me alegra que lo pasarais bien. Un abrazo gordo, no te hagas muchos el remolón para soltar a Carlitos, vale? seguro también tendrá que contar muchas historias!. No te oprimo, que conste, je, solo como que te comentooooo a ver si cuelaaaa :-)

zulema
invitado-zulema 26-09-2005 00:00:00

leerte y en un escrito tan lleno de ternura,y cosas bellas,compañías inigualables no???Leyendo iba como metiéndome en ese hermoso lugar y saboreando esas costillitas,mmmm !qué rico!y que hermoso dia habeís pasado no??Felicitaciones por esos dos bellos amigos,y gracias por estar con nosotros,te quiero mucho,zulema

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