Era una tarde comun y corriente mi amiga y yo estabamos en su casa y esperabamos con ansias salir con un chico precioso, llamado Rodrigo. Lo que nosotras no sabiamos eran las verdaderas intenciones de este.
Eran aproximadamente las 17:00 hrs. cuando Rodrigo nos paso a buscar, salimos a la heladeria, porque nos invito a tomar un helado, conversamos mucho rato, cuando el nos dice que conoce un lugar fantastico donde podemos pasarla bien.
Nosotras le dijimos que debiamos estar en la casa al 18:30, y eran las 18:00 hrs, el nos logrò convencer de ir aunque fuera un rato, dijo que no era muy lejos.
Caminamos aproximadamente 2 cuadras, cuando nos dijo que volvia de inmediato, nosotras le hicimos caso y lo esperamos.
El chico al parecer no tenia buenas intenciones por la cara que tenia al llegar, y nos dijo que debiamos cruzar la calle para llegar a la plaza y encontrarse con sus amigos. yo y mi amiga ibamos delante de ellos y estos iban riendose muy sospechosamente, nosotras nos asustamos, empezamos a sentir escalofrios ya que elos nos empezaron a acorralar, como ya era de noche nadie caminaba por esas calles a estas horas, por eso no pudimos pedir ayuda.
Los chicos nos llevaron a un callejon oscuro y sacaron unas cuchillas nos las colocaron en el cuello, algunos chicos nos amarraron, nos quitaron la ropa, nos tajarearon un poco y luego de estar llenas de sangre. escuche mi celular que sonaba en el bolsillo de mi pantalon, los chicos contestaron mi celular y era mi padre que estaba muy preocupado por mi. Nos logramos sacar las amarras, nos quedamos y cuando ellos se fueron salimos corriendo con el celular para llamar a mi padre, pero no me quedaban minutos en el celular.
Luego nos pusimos algo para taparnos ya que no teniamos la ropa a la mano, estabamos perdidas y no sabiamos adonde ir, estaba amaneciendo y nos encontramos con los chicos, salimos corriendo y justo en ese momento escuchamos la sirena del auto de la policia que venian a buscarnos, en la comisaria nos dieron ropa y de comer, identificamos a los culpables ya que tenian sus fotos por ya aver cometido otros delitos antes del que nos habian hecho.En ese momento acabo nuestra tragedia. Maldita la hora en que le hicimos caso a Rodrigo, por eso nunca se confien de todo el mundo.