¿Por qué…? ¿Por que nunca me dijeron la verdad sobre mi madre?, ¿por qué nunca me lo dijeron…?
—¡Monik! ¿Monik, dónde estás?— era Marina. Yo no conteste. Cuando salí de la casa me fui a un parque no muy lejos de ahí, al parecer Marina me siguió hasta aquí— qué bueo que te encuentro, Mónica, ¿Estas bien?— negué con la cabeza. Pasó un momento de silencio y luego dije:
— No voy a regresar ahí, no quiero ver a las personas que me engañaron— nos levantamos, cuando llegamos a la entrada de la casa ya estaban Isabel y Clemente esperándonos. Pedimos un taxi y nos fuimos, jamás miré hacia atrás.
Llegamos a casa de Salim, Carmen nos recibió, entré saqué mis cosas y dije "Gracias Carmen, hasta luego." Isabel me dijo que le habían contado lo que sucedió.
Fuimos a una casa, una casa grande con un jardín muy grande y lleno de rosas. ¡Era la casa de la tía de Isabel! Isabel jamás nos contó sobre que tenía una tía en México.
Sandra, la tía de Isabel, nos recibió muy bien sobre todo a mí y dijo que me podía quedar todo el tiempo que yo lo necesitara.
Desde ese tiempo no tuve noticias de los primos y me preguntaba qué estarían haciendo… Si buscándome, si calmar a mi madre o algo.
Poco a poco me fui recuperando. Todos los días iba al parque y me preguntaba sobre María, mi mejor amiga de toda la vida. Sé que les conté sobre Lizbeth, Berenice, y todas ellas, pero jamás les conté sobre María.
La conocí en la primaria y siempre estuvimos juntas en todo. Cuando me cambié de escuela en sexto año, ella también se cambió, cuando me enfermé en la Navidad del 2003 me habló todos los días para saber como seguía.
María era una amiga muy especial, pero nos tuvimos que separar. Ella se fue a estudiar a Canadá y yo a Francia. Desde entonces no volvimos a vernos
Siempre iba al parque para que pensara en el problema de mi madre. Quiero estar escondida, perdida para los primos por un largo tiempo. Quiero olvidar todo esto por un momento, quiero recordar cuando tenía 15 años, cuando todo estaba bien: los primos nos llevabamos bien, Shariá apenas tenía seis años, y Marisol no bebía.
Mi padre siempre estaba con nosotros, más tiempo que cuando tenía los 17, fue cuando empezó a viajar más y a olvidarse de nosotros.
Fue cuando los primos y yo imaginábamos nuestro futuro y como iba a ser, y ¿saben? Era muy diferente al de ahora, más o menos…