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Unión espiritual o la orilla e dos sueños

“sólo me acuerdo escaparme a la playa cartagena sin permiso y emborracharme........” me había quedado repitiendo.

Había cerrado los ojos, el ruido del mar invitaba a soñar. Incendiaba el horizonte un sol enrojecido y que parecía hundirse en el reflejo del mar. El ruido de gaviotas, aumentaba ese deseo de pasear fuera de sí. Aumenté la cadencia y busqué mis orillas y me detuve a mirar hacia mi interior.

Una luz se dibujó en mi alma, y tomó la forma de una hermosa niña. No se que misterio invadió mi espíritu y me vino con aquella luz el destello del profeta Elías, pero te vi mujer y niña y te nombré Ellie.

Estabas vestida de negro, eras preciosa en tu tez canela y un mirar sincero. Levanté mis ojos, adiviné tu pureza y te invité a sentarte a mi lado. El pasto recibió nuestros cuerpos que miraban el mismo cielo.
—eres dulce— te dije fijando tus ojos inmensos
—gracias— dijiste exhalando un suspiro contenido
—vos eres tierno— agregaste en un hilo de voz

El cielo se teñía de un rosado pálido, imperceptibles nubes empezaban a dibujar extraños y misteriosos animalejos que se desplazaban sonriendo y jugando a medida que el viento silbaba en rededor.

Un extraño y dulce frescor invadió mi cuerpo
—yo tambien tengo frio— dijiste acercando tu cuerpo al mío, muy naturalmente
—quiero que siempre te sientas en confianza conmigo— agregué emocionado de sentirte tan cerca
—sabes, soy gitana y es muy bueno sentir tu alma de gitano cerca de la mía, eres como ese forastero que siempre soñé, asi vestido de rojo y tus barbas blancas—
—gitana mía— murmuré a su oído y agregué: —en una unión espiritual, algo así como en un rito de amistad y amor; quisiera ser tu primer marido—
—haha, si sería muy fuera de lo común— suspiraste apretando mi mano contra tu pecho.
—quiero algo lleno de ternuras, nada común; ¿aceptarías convertirte en esa mujer que mis sueños desean, en esa esposa espiritual?— pregunté lleno de la más profunda emoción.
—pues suena extraño— agregaste sin más, dejando mis sueños al borde de los acantilados.
—si es verdad— agregué casi entristecido; —mejor la princesita de mis sueños— aventuré precipitadamente para no romper la magia de ese sueño, pero tuve que reaccionar con tristeza exclamando casi con disgusto —¡no! no sería original....—
— pues mejor la mujer espiritual haha. es más loco eso me gusta— agregaste con la soltura de tus veinte años.
—junta tus manitos— dije entre el regocijo y la locura
—espera— me dijiste impaciente —debemos elegir el lugar y repetías alegremente: Puerto Montt.... Valdivia..... Victoria cerca de Temuco.... Puerto Varas..... Temuco... Osorno....., de pronto tus ojitos se iluminaron y agregaste definitivamente:
—...... ese lugar es perfecto; muy bien: la Isla Tenglo, tomamos un bote y en tres minutos estamos—.
—hermoso, mi niña, vamos— grité de alegría
—es donde está la cruz—
—en la Isla de Tenglo serás mia vestida de negro, entera de negro— me repetía con el corazón en la mano
—es una isla alta, pero en el pasto que hay se vería de lo mejor, con la vista plena y abierta del mar, abajito— repetiste con toda la frescura de tu virginidad
—precioso, arriba de un acantilado, con el murmullo de las gaviotas mirando el mar embravecido; pero esta vez de nuestros contentos


—exacto, ya estamos llegando; te enseñare como se cruza—
—asi amor te ves fantástica; estarás vestida de negro, sólo de negro y yo de rojo, sólo de rojo;
¡que maravilla!— te dije casi en un grito.
—tiene un caminito al bajarse del bote— señalaste riendo.
— y arriba, en lo alto, una cruz que sirve para no perderse en el mar—
—afirmate de mi mano y descendamos—y te estiré mi mano
—contigo estoy mi amor—
—caminemos que el mar esta aullando y nos espera—
—en esa isla al otro lado sólo hay pasto naturaleza y mar rodeando la isla—
—acostadita en ese lugar contigo será un sueño—
—amor, qué lindo sueño, cierra tus ojitos, ¿quieres? Pregunté dulcemente
—yo tambien lo haré— agregué para convencerte.

—repite conmigo— supliqué
—ahora, haha. Ok—
—queremos ser hombre y mujer en un solo pensamiento. Cada vez que necesitemos uno del otro, en cualquiera circunstancia de la vida, nos llamaremos en todos los silencios y este pacto de amistad y de amor quedará sellado en nuestros corazones este dia, 15 de enero 2004, dia de nuestra eternidad. Sean testigos tu alma y mi alma.—

—queremos ser mujer y hombre en un solo pensamiento. Cada vez que necesitemos uno del otro, en cualquiera circunstancia de la vida, nos llamaremos en todos los silencios y este pacto de amistad y de amor quedará sellado en nuestros corazones este dia, 15 de enero 2004, dia de nuestra eternidad. Sean testigos tu alma y mi alma.— repetiste ungida de un respeto casi celestial...Un silencio conmovedor siguió el rito.
Te miré los ojos y besé tu frente.
—perfecto. haré que lloro como en todo matrimonio hhaa— dijiste riendo, mezcla de una extraña felicidad y de un misterio.
—Se que te emocionó porque yo tambien lo estoy— te dije con amor;
—ahora lo escribiremos con letras del alma en un pergamino de olivos—
—¿estoy casada?
—si amor—

—igual estoy contenta, ¡qué deliciosa locura! estamos casados
—Si quieres cambiar algo de esta promesa, hazlo ahora o calla para siempre
Siguó sólo silencio..... fueron segundos conmof-vedores
—ok, mi amorcito, escribeme algo en francés por favor, aqui y me estiraste un hoja envejecida
Yo escibí sentimentalmente : « L'amour Ellie, viens de nous conferir la noblesse à notre union spirituelle. Maintenant, nous sommes toi et moi unis pour toujours. Tu est et tu le seras, un fille vraiment spécial pour moi et ma vie »
—Traduce, traduce.... ¿por favor, mi vida?
Calmadamente traduje « Ellie el amor nos confiere hoy títulos de nobleza a nuetra unión espiritual. Ahora, tú y yo estamos unidos, para siempre. Tú eres y serás una niña verdaderamente especial para mi y para mi vida »

—ok, mi amorcito—
—muy bello, muy lindo esposo mio, muy lindo— agregaste emocionada
Besé nuevamente tu frente, tu pelo y buscandoi tus labios, te prometí un poema que completaria nuestro sueño.

—levántete— te suplique mientras incaba mi pierna derecha y sostenía tu mano, y leí:




Luna de miell

I
Llegó la noche
apareció la luna
y en mi corazón
se agita
la pasion desnuda
II
Viniste a sembrar
mi alma de estrellas
y en mi contemplacion
adorada de celos
senti el latido virgen
de tus desvelos
III
Ellie de negro
aún va vestida
mi rojo coraje
apura y despeina
su ropa de encajes.
IV
Y beso y me embriago
de todo su cuerpo
mi amor va desnudo
de todo ropaje.
VI
Su aullido es un verso
que quiebrala noche
y yo voy de rojo
quemándola a besos.
VII
Extasiados quedamos
mirando ya el cielo
mi estro ha quedado
acariciando su pelo
VIII
En tu limo cerezos
jardines de viento
y fuimos orgasmo
de miel en el cielo.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 6.34
  • Votos: 85
  • Envios: 1
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Ellie
invitado-Ellie 02-05-2004 00:00:00

Nunca me olvidarè de ese encuentro, de tu voz, tus manos, tus ojos. Te quiero...muuuuuuuuucho

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