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Categoría: Metáforas

Valorando la amistad

Todo sucede tan deprisa en esta vida que apenas te das cuenta de que los amigos se van. Y no quieres que pase, pero tiene que pasar. Más los que son de verdad siempre se quedan ahí dentro, se instalan y nunca se van: habitan tu corazón para siempre. Esta es la historia de una niña que le pasó lo mismo que a mí: tiene miedo a que llegue el momento en que unos amigos se vayan y otros se queden, porque no quiere saber quién se quedará en cada grupo. Los nombres están cambiados por los motes de mis amigos:
Todos los cambios bruscos se conocen con antelación. En la vida de Javita nunca se había cumplido aquella regla hasta que cumplió los 14 años. Pero aquel año todo era diferente: era su último año allí, después se iría a otro sitio. Y tenía miedo de perder a sus amigos.
Para empezar, tenía miedo de perder a Lauritor. Era la persona con el mayor corazón que había conocido. Era un pedazo de pan. Siempre preocupada por los demás, siempre intentando quedar conforme con todo el mundo... Javita la había conocido al comenzar el instituto, apenas dos años antes. Pero en un mes ya era cómo si se conocieran de toda la vida. Ambas estaban esperando unaamistad cómo aquella: ambas apostaron fuerte. Y les había salido bien: se habían convertido en inseparables.
Después, tenía muchísimo miedo de perder a Irristari. Era su amigo de toda la vida. En el parvulario habían conectado y nunca se habían separado. Siempre se apoyaban en sus decisiones. Todas las chicas soñaban con tener ese tipo de amistad con un tío, sin preocuparse por el mañana, sólo por el presente...
También estaban Piperri y Fabiana. Eran mejores amigas, algo parecido a lo que tenían Lauritor y Javita. Y siempre se apoyaban mutuamente. Eran cómo la media naranja de ellas. Y Javita las quería mogollón porque eran cómo sus hermanas. Tenían sus discusiones, pero también sus buenos ratos.
Y luego estaba Sperm@x. Era una buenísima persona. Era cómo el ángel de la guarda de Javita. Siempre había estado para ayudarla. Y se querían mogollón. Pero el pobrecillo lo había pasado fatal y era cuando Javita le había demostrado su amistad.
No hay que olvidarse de Txiklista. Era un luchador nato. Pero en el fondo era sensible y amable. Era el tipo de yerno con el que soñaban todas las madres.
Había también un lugar en su corazón para Xungui, la primera amiga de verdad que había tenido. La confianza seguía fresca. Se lo seguían contando todo. Y seguían guardándose un lugar muy especial cada una en el corazón de la otra.
Aunque claro, ahi estaba Kika. Toda la vida se habían llevado mal. Pero les pilló a la vez la mala racha. Y en ellas tuvieron en quién apoyarse. Quizás les habían obligado a llevarse mal pero en el fondo eran idénticas.
Y Samara era la amiga que Javita nunca tuvo. Si hubiese estado en el mismo colegio, Samara y ella habrían sido las que iban con los chicos. Si hubiesen sido de sexos diferentes, se habrían enrollado. Pero la casualidad les había jugado una mala racha, conociéndose en un campamento 1 año antes de que Javita se fuese.
El día llegó y Javita les hizo reunirse a todos en un parque, a la sombra de un sauce en un parque. Javita no estaba, pero había una carta en la que decía:
Hola, amigos:
Todo lo que he hecho, lo he hecho por vosotros. Lo que soy os lo debo. Sois lo mejor que me ha pasado. La amistad es un tesoro y yo lo he encontrado. La llevaré siempre en este cofre que es mi corazón. Quiero que vosotros ahora hagáis algo por mí: apreciad a vuestros amigos, quereros y perdonaros. Porque lo más grande que te puede pasar es tener un amigo que valore la amistad y te aprecie tanto o más que su vida misma. Pues sabed que yo sería capaz de dar mi vida por casa uno de vosotros. Sois irrepetibles, sois inigualables, sois vosotros, sois... mis amigos.
Javita

Los amigos miraron la carta y decidieron hacer fotocopias y enviársela a sus amigos y así sucesivamente. Nadie sabe quién es Javita. Sólo saben que apreciaba la amistad y apreciaba a sus amigos. Así que copien esta carta y envíenla a sus amigos. Ellos estarán agradecidos de saber que lo son. Y nunca les olvidarán, porque está carta cala en el hondo del corazón de un amigo de verdad.
Datos del Cuento
  • Autor: Lorea
  • Código: 1716
  • Fecha: 17-03-2003
  • Categoría: Metáforas
  • Media: 5.81
  • Votos: 123
  • Envios: 37
  • Lecturas: 6508
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Anónimo
invitado-Anónimo 28-08-2004 00:00:00

En serio, no sé si es por la musiquilla que le han puesto de Titanic o qué, pero me he emocionado. Es sencillo, pero es muy bonito. Yo ya se lo he mandado a mis amigos.

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