Para él sujeto que a utilizado varios alias para ofenderme ...
No soy un tarado como tú... crees, para no darme cuenta de las cosas. Es mucha coincidencia que después de que te dije tus verdades, diferentes ca... comiencen a atacarme (el que quiera entender, que entienda).


Después de haberlo hecho Pete se arrepintió de haber dicho algo al hombre, pero naturalmente ya era demasiado tarde.
John Coyne.
El chino loco.

Cuento:

Y te veo tocar a mi puerta, insistiendo a que te abra, a que te deje pasar. Pero yo no necesito preguntarme si estas loco, pues se que si lo estas...
Y aunque nunca estuviste del todo cuerdo, “aquello” te desquicio aun más.
Creo que nunca debí de haberte enseñado como hacerlo...
Que estúpido has sido al querer ir más allá de lo razonable y lo coherente. Que imbecil has sido al comprobar si aquello (aquella teoría) era real oh no...
Y has comprobado que si lo es, que aquello que te dije es verdad; y te atreviste a despertarlos... te atreviste a sacarlos de su eterno sueño. Y todo para que; solo para vengarte de mi, pues tu odio y tu rencor no te permitieron pensar con coherencia (aunque nunca lo hacías).
Realmente no era mi culpa que tu fueras...así. que tu retraso mental no te permitiera ni siquiera decir tu propio nombre correctamente... por eso utilizabas varios alias, por que tu nombre real (el que tu madre tanto se esforzó por ponerte) no podías decirlo... más que al revés.
Y cuando alguien te preguntaba ¿cómo te llamas? Tu (si no usabas uno de tus alias) le respondías: “Vela”. Me llamo “Vela”.
Pero ese no era más que tu nombre al revés. Y cuando yo quise corregirte de tú defecto, tu te llenaste de odio hacia mi, pues en tu mente enferma (retrasada) veías una corrección como un ataque.
Pero lo peor no fue eso, sino que yo te enseñara como despertarlos, como hacer que caminaran de nuevo; y eso tu lo utilizaste para tu estúpida venganza.
Y a cada uno de ellos les pusiste los nombres de tus alias. Pero tu quisiste conservar para ti, tu nombre al revés.
(a veces me preguntaba como un retrasado mental como tu, tuvo ingenio para inventar tantos alias).
Aunque después de todo, ni tu – en tu locura – pudiste soportar la presencia de “ellos”... y las cosas se te salieron de control.
Y ahora te arrepientes de haberlos invocado, pero creo que ya es demasiado tarde, pues “ellos” ya están aquí...
Y piensan acabar con tu vida.
Y yo, desde adentro de mi cabaña, te oigo gritar de terror al verlos acercarse a ti...
Y un pensamiento llega a mi mente: “Vela”, ese es tu nombre... pero al revés.

Fin

Nota:
Favor de evitarse la molestia de hacer preguntas como ¿Y que eran esas cosa que despertó Vela? Pues podrían ser cualquier cosa. Y si se tiene imaginación (que todos los de aquí tienen una muy buena; sino, esta pagina no tendría tantos cuentos), el mismo lector podría pensar (y decidir) que cosas eran.
¡HE REGRESADO!