sentada en una banca cercana a la puerta del sol, estaba una mujer que esperaba a sus compañeros de negocio; de rostro desvelado y tomando una bebida emulsificante, era Ana maria. habia pasado ya tiempo que asesinaron a su amante y complice, el cabecilla de la banda durante una disputa con policias al fallar una de sus transacciones. ahora, ella y jaime se encargaban de la banda y se encontraban en madrid por un encargo con un traficante que se refugiaba con compañeros de antigua hermandad al ser exiliado de Nicaragua; ya pulido como carne de presidio y conocido hasta en Canada, le apodaban "el Sandino". llamandose Ivan Saldivar perez, de 46 años. chato y moreno, siempre presumia a sus tratantes y amistades ser sandinista fugado desde los ochentas prematuros. jaime de la banda le habia sugerido una venta de 1,600 miligramos a cambio de 900 $ en dinero europeo y mexicano, a lo cual el no habia puesto muchas restricciones. hacia unas horas que les esperaba cuando el llego:

- ¿que sucede, jaime? ¿como quedaron con Sandino"? no haiga que nos amenace de muerte o te diga no.

- no, al contrario acepto el paquete pero necesita aun otra carga. dice que mañana temprano a las siete meridiano nos volvera a ver.

- ah! -. callo. sin saberlo, las operaciones le producian nervios y confusion pese a ya llevar un tiempo en el negocio.

- ¿ y con quien mas cerramos trato? sabe sque tenemos que regresarnos pa´tijuana y asi operar como los traficnates de alla: sin pasar de border line-. su medio ingles apenas habia cambiado con una operacion en nueva York aun estando su amante, sabia ciertas nociones de ingles y frances por unas clases baratas que su amnte por irel bien en la marmaja le habia pagado brevemente a un maestro de segunda. por eso, no tenia mucha dificultad si trataban en Europa y apenas tenian unos meses en madrid. despue sirian a negociar en Francia con algunos traficantes y luego a alemania para asi pasar desapercibidos ante el consulado diplomatico, como le habian hecho al llegar alla. pero, se equivocaba. las autoridades se habian dado cuenta al surgir cierto sroces en el aeropuerto y al investigarlo, llamaron a la embajada y tras semanas, hbiane stado rastreando a su banda en Madrid. pero nadie, ni ella con su voluntad regia, lo sabia. miro a su compañero por unos segundos, sin saber que otra cosa decir. cuanod el añadio:

- bueno, no se si aun nos veran otros acreedores, con este valio la pena, con otros necesitaremos mas fe y perseverar, ¿no crees?

- si lo dices, Jaime.- musito.- bueno, vamos andando pa´l hotel. se encamino con el hacia donde se refugiaban sus compañeros. er auna posada con hosteria, y que habian elegido para probar las delicias españolas como la paella o mariscos. la propietaria, aun pensando que su condicion y modales latinoamericanos eran aceptables, aun asi sospechando; Leticia Zuñiga les habia aceptado en su hotel y estos accediendo a su tarifa barata. y si. ¡que lejos estaban que al dar su ultima operacion europea, les pescarian por el rabo! y al fin, ela sabria que no hay que volar tan alto. pero ahora solo comia con su banda el platillo del atardecer en un hotel, entre bromas y veras. (continuara)