estoy por salir, ¡si supieran el poco tiempo que tengo para escribirles! es mas, he tenido que dejar de comer para sentarme en la Web y escribirles. les cuento que hace más de treinta años que soy la persona más feliz del mundo, y no porque tenga dinero ni tenga una vida confortable, no, nada de eso, mas bien, mi vida es intensa, dura y llena de oscilantes mutaciones de ideas, pensamientos y personas. es una vida como la de cualquiera. voy al trabajo, y aunque me pagan poco, siempre voy. hasta enfermo acudo por aquel sentimiento de integridad que llena mi existencia, pues, eso sí, soy una persona empachada de integridad. cuando digo algo que debo hacer, lo hago. hace poco, mas o menos, veinte años atrás, le dije a un amigo que nunca me iba a casar ni tener hijos, y es verdad, no tengo a nadie que me espere por las noches ni por los días. además, hago servicio desinteresado a la comunidad, es decir, les cuento que hace más de treinta años que soy muy feliz, la persona más feliz que puedan imaginar, y ni siquiera sonrío, es mas, siempre paro con la cara dura, así como la pared, pero soy feliz, y soy feliz porque quiero serlo. todo se resuelve de esa manera, el decidirse ser feliz porque se quiere, el querer encontrar esa alegría que mora y siempre ha morado en nuestras vidas, es suficiente, se los juro, existe, y existe tanto mas que nosotros mismos, flotando así como las nubes en el cielo, flotando en el universo interno de cada ser humano, y uno allí, sentado sobre una roca, un pensamiento de sosiego y observa y clama a ese sentimiento flotando en nuestro universo... ¡es tan hermoso ser feliz cuando estamos sentados sobre la roca de carne, fluyendo sobre los ríos de sangre entre balsas de huesos, pellejo y de toda esta existencia!
si no me creen, eso es mucho mejor, y si gustan, pueden seguir el siguiente mensaje y nada ocurrido, nada, pero todo sucede dentro de cada uno de nosotros...
que dios les bendiga.
san isidro, marzo de 2007