Agonizada por los gritos del corazon explosivo y encarcelado, yace la chica de distinto pensamiento. Qué come, qué bebe, que tan bella le hace estar, amores que le llenan su roja pasión. Noches y noches despierta pensando en su rota y magullada alma, una obsesión cubre toda su mente, la cabeza es dominada por el órgano del amor, no lo puede controlar; piensa que el amor es bueno, pero poco a poco le afecta más: las distancias, distintas miradas, palabras inolvidables... pura obsesión.
Cada tarde después de la cita previa se sienta en su sillon negro de cuero, y comienza a escribir como una joben quiceañera tradicional, pero no es cosa de imitar, es su instinto, que le hace convertirse en pegajosa, melancólica y a veces hasta propia... el sentimiento le lleva a un estado de bienestar indescriptible, vas a un mundo imaginario donde todos hemos estado laguna vez, y del que no se quiere salir. Muros protegidos y fuertes, que segura se siente junto a la sombra de él, no puede sentir otra cosa mejor que el amor, todo es perfecto, pero debe de bajar de las nubes, le espera lo peor, disputas y enfrentamientos de temas sin importancia irritan la paciencia del sueño, todo lo bueno siempre tiene un fin, y ha llegado su momento.
Con tinta negra en la mano, y un corazon roto, se despide en una carta describiendo todo lo que ha sido capaz de sentir por el, un beso contenido la impulsa a destrozar con los dientes parte de sus labios, pero la tinta negra es bebida intencionadamente por ella, no puede mas, no quiere volver a sufrir, y lo soluciona como una astuta cobarde verdadera, deja su vida por alguien que no le llena y es por eso que se le ha venido el mundo encima y ese mundo lo ha visto tan negativo que ha preferido olvidarlo.
Fdo: una persona que la entiende