Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Policiacos

carne de presidio num. 3

pasaron unos años: el barrio fue cambiando, ensanchandose por las multiples fuentes de trabajo y una elite de habitantes y/o razias que lo poblaran. asi, llego el año 1972 a esa colonia pobre y decadente en estilo. la protagonista habia cumplido ya los 17 años casi y su cuerpo habia tomado forma de mujer joven; aunque morena y quemada aun por su vida vagabunda su cuerpo habia tomado curvas esbeltas, de chica: sus formas de chiquilla habian terminado ya. su cabello aun ralo tenia asi cierto brillo y cuando menos vestia de forma decente, como toda mujer pobre en las comunidades de barriada en los setentas. asi, la madre opto por hablar a solas con ella un dia y la abordo:

- martina.- susurro.

- uste dira, madre.-respondio, quizas sabiendo para que era esa conversacion inusual: pues la mujer casi siempre habia alternado con ella con garrote en mano o a veces como si ella fuera de su misma altura.

- ya has llegado a la edad de merecer, martina. asi, como yo ya no cuido niños chicos pues tus hermanos ya estan a punto de alcanzarte en edad; he decidido que es momento de que busques una chamba de que mantenerse. y dejar descansar mis brazos de tanta friega que me acomode por ustedes de mujer fuerte. ¿comprendes?

- madre, yo.- callo, para dar forma a sus palabras. aun pensaba lo que queria decirle-. no se donde pueda caber. como ves, soy analfabeta y nomas se lo que tu me enseñaste desde criatura; ir de alla pa´ca, lavar, planchar, y cuidar a mis hermanitos. asi, no se como podria buscar empleo. nomas te pido si me ayudas, pues no es facil.- corto, aguardando la resolucion de esa mujeruca que durante años le habia criado. pasaron 30 segundos de silencio. cuando la madre con tono entre cruel y decisivo dijo:

- eso es ya asunto tuyo. tu deberas buscar quien te de empleo y cobijo. podria recomendarte con alguno de los clientes de ropa, pero creo es demasiado para ti; ¿de que serviria que yo te ayudara, si al rato te casas y esta vieja? ¡pues que se quede en el fango! o al menos, eso creo.

- pero madre, ve que aun necesito de uste.- clamo martina, algo contrariada y queriendo hacer entrar a su hija en razon. - nomas ayudeme en dodne podria buscar trabajo sino de lavandera, de sirvienta o cosa asi, yo no veo incomoda su.

- ¡he dicho que es cosa tuya, carajo!-. le grito su madre, ya impaciente de que la chica insistia-. mirame a mi, a mi: ¿sabes cuantas veces mis manos pasaron por sabanas y ropa remendada? casi toda la vida. mi madre, aun mas ruin que yo no me dejo otra que al salir de la escuela, debia quedarme a ayudar a otras señoras que lavaban ropa. ¡ella jamas me dio consejo! ¿crees que aun asi pueda yo dartelo si no tengo yo? solo tomalo o dejalo. vete y vuelve con empleo. si vuelves con las manos vacias, alla tu. ya no seras recibida como se debe.- hubo un largo silencio de dolor. jamas creia martina que su madre, una mujer inerte a toda cursileria como le conocia ya tuviera esa confesion. pero ahi estaba. Casi un circulo vicioso. asi, dijo al fin ella:

- bien, madre, tu lo quieres; nomas dame unas 2 semanas en casa y despues ya vere como me acomodo pa´ buscar la vida.

- como veas, mujer. como veas.- dijo la mujer, quien en gesto por calmar sollozos su rostro se habia suavizado. su cara parecia la de una mujer pobre, no mas. no una arpia en un nido de ratas. asi, se dio el trato. al salir a la calle para determinar su rumbo, trabajo primero en una tienda como empleada o ayudante de un tendero casi llegado a la sesentera; un tal Juan Pozas. esto por influencias de una amiga de correrias, Claudia de su misma edad y que habia estado un año trabajando ahi. asi, psaron solo dos años. al poco tiempo la tienda cerro por que el dueño habia muerto de un infarto y de nuevo habia ido a la calle. de su madre y hermanos, algunos de ellos en ocupaciones de marchante porque la madre quizas en desesperacion habialos sacado a la calle en busca de una vida y dejarla a ella vivir su vejez sola. de ellos no habia querido enterarse, y a veces fingia interes cuando escuchaba notcias de ellos por boca de claudia o sus conocidos del barrio. mas, cuando termino su mina de oro y salio a la calle, caminando por calles y calles. pensando, pensando en donde podia esta vez buscar acomodo con su ignorancia y preñez; aun su aspecto conservaba la frescura y ademas eso la molestaba. ¡no podia ser, una gentuza solterona! o no? pensando eso y otros pensamientos, caminaba, caminaba. cuando vio en un local a una chica parada y vestida de forma descarada; su rostro estaba desteñido por la falta de aseo y el maquillaje corrido. al advertir la mriada inquisitiva de martina volteo a verla y esta retiro la mirada y fingio seguir caminando cuando la mujer le hablo, con su aliento de cigarro en polvora:

- oye tu : ¿ de onde eres tu? nomas te digo porque si quisieras entrar a este antro de citas, no queremos mujercillas remilgadas ni viejas pasadas. ¿ como te llamas, mujer?

- martina rios. pase uste.- dijo desconfiada pues no queria abordar a la mujerzuela ni aun, pretendia entrar a eso. pero la muejr le siguio, intentandole convencer.

- no te hagas la modosa, marti. a ti no te queda. no con esa facha de las de mi pueblo. ¡que va! si hasta te ves como una que acabo de reclutar, hija.

- ¡a mi no me llamas marti! - protesto ella, ante la insistencia.- ya te dije que no. no lo se. no somos iguales. y no.

- voy! no te pongas fresca. como te digo y sin mala onda, esa pose no te queda. conmigo peudes reñir y todo, mana pero pierdes tiempo buscando brazos que te acojan, eso lo estoy viendo.- al afirmar esto la mujer que le enfrentaba, empezo a pensar; quiza tenia razon. habian apsado 8 dias con sus noches buscando acomodo y empleo, sin resultados. asi, siguio meditando. la mujer, al saber que habia logrado convencerle con ese su lexico callejero, decidio dejarle pensar y regreso a su pose en la puerta color gris con letras a luces tricolores que decian: BURDEL LAS PEÑA. pasaron unos segundos. y al fin se decidio. fue adonde la mujer quien ya fumaba su cuarto cigarrillo y sus perinas meciendose. al fin le dijo:

- pues va, mana. me puse roña contigo porque crei que ibas a pelear conmigo y yo soy toda puños, creeme. tu dime cuando trabajo aqui en la casa de citas.

- pues. pa´pronto. nomas pasa con el mero padrote. el tomas es que recltua yo nomas hablo del negocio.- asi, paso y hablo con el hombre; delgado y lampiño, pero con una fuerza y unos ojos penetrantes que uno obedecia a la voz de ya. la acepto sin mas.

- solo te digo que, si le agarras confianza al negocio, no digas a nadie en donde operamos con mas fuerza-. le advirtio el padrote. y si, el burdel estaba a la salida de la agricola con salida a la paz.

- trato hecho.- exclamo ella. ya no estaria sujeta a nadie. se habia acabado la chica decente y muerta de hambre, que solo recibia patadas en el trasero, como perro. asi, rapido agarro confianza y asi seguria en ese burdel unos años mas. y luego ser una delincuente mas en serio por una relacion carnal con un amigo de su padrote, un tal Marcos ramirez "el pelicano" pro sus artes de robo y su arte de chinero, presumiendo qeu el habia sido ayduante en una clinica de rehabilitacion fisica y habia aprendido ciertas cosas de ese arte. aun siendo dobles y mortales. por ahora, hasta aqui llega el relato. (continuara)
Datos del Cuento
  • Autor: anonimo
  • Código: 20848
  • Fecha: 19-03-2009
  • Categoría: Policiacos
  • Media: 6.01
  • Votos: 97
  • Envios: 0
  • Lecturas: 6651
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.137.168.153

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033