Erase una vez en una ciudad lejana muy lejana, bueno, lejana de algunos sitios , no de otros, evidentemente, donde vivía un señor exagerádamente orgulloso, vano, engreído, petulante, pedante, antipático, huraño, desagradable, prepotente y soso. Este individuo era evitado por todos sus convecinos, dado su mal caracter ( porque además de todo lo anterior el muy canalla, tenía mal caracter) y nadie le saludaba.
Don Pablo le quitaba las limosnas a los ciegos, los bocadillos a los niños y la alegría a los payasos. Todos en el lugar decían una frase para referirse a él, y era: Don Pablo, Don Pablo , que por culpa de él llueve.
En realidad la frase hubiera debido rimar y tener sentido, pero en aquella zona no había nadie capaz de confeccionar una rima y mucho menos de decir algo cherente. Aquellas tierras no dieron jamás a la Historia un personaje de élite.
Pero bién, volviendo a Don Pablo, el caso es que un dia, este abyecto individuo se dio cuenta de que siendo así, de esta manera, se le estaba pasando la existencia sin saber qué diantres era eso que algunos denominaban "amigo".
Se fue a un monte lejano, muy lejano, (vale, bueno, lejano de donde vivía él, no de otros montes,) porque sabía que allá tenía la cabaña un viejo carbonero al que nadie odiaba, y eso, pensó, sería por algo.
Una vez hubo llegado, golpeó la desvencijada puerta y despaciosamente( qué culto queda esto) le recibió el anciano.
Don Pablo le preguntó "¿Ustéd es una buena persona, o qué?"
Y el viejo le dijo que sí, que él era magnífico, nunca se peleó con nadie, a nadie le negó su ayuda, jamás hizo daño a ser vivo o muerto( ni a ser enfermo tampoco), y bla bla bla y etc y etc.
Entonces y para abreviar, se ve que el tal Don Pablo le dijo al viejo que lo que le pasaba es que con su mal caracter, creía que le estaba afectando el hecho verídico y corroborable de no tener ningún amigo. Y le pidió consejo.
A lo que el carbonero le contestó: ! Y YO QUÉ SÉ,
SI TAMPOCO TENGO NINGUNO!.
Y el viejo cerró la puerta murmurando: Hay que joderse, para las cosas que lo despiertan a uno...