Esta es la historia de dos hermanos, que contaban que la noche era su aliado. Escondidos y avergonzados se arrastran por un campo.
El cielo ya no les dice nada, sólo buscan una mano que les muestre el camino apropiado.
Ningún recuerdo en el bolsillo, todo lo llevan en el corazón destrozado, compartiendo el miedo y la esperanza de un futuro cercano.
Ahora nuestro suelo es el mar y el viento azotándonos de lado, escondidos entre tanta gente, más solos y extraños estamos.
No podemos mirar atrás ni valorar lo que dejamos, buscamos algo para empezar lo que nunca hemos acabado.
Oscuro es nuestro color, como la noche y el mar estrellado, ¿por qué nos miran tan mal si nosotros también estamos asustados?
Ya no hay marcha atrás y nuestro sueño está más cercano, una nueva tierra que siempre nos han negado.
A todo el mundo enseñaremos lo que porta nuestra alma, compartiremos nuestra vida, dolor y esperanza.
Cada vez hace más frío, tanto que se nos hiela el alma, se nos congelan nuestros sentimientos en este mar en calma.
Ya hemos llegado a nuestra tierra prometida y he dejado atrás toda una vida.
Ayúdame a empezar de nuevo y seré claro y sincero. Hemos abandonado muchas cosas para no sentirnos abandonados.