mientras escucho el silencio de una casa, pues... nadie hay a mi lado... quizás los recuerdos más intensos...
dolor en mi cabeza, constante... y la noche que hiere el brillo del día y los sueños deshechos...
aquella luz, aquella luz que se acercaba a mí fue algo que cortaba todas mis ilusiones, pero brillaba mi tesoro, esta vida sin mas nada que la sonrisa de la vida abrazando mi vela aun iluminante...
gente que se acercaba a mí sin conocerme me sacaron de los brazos de la muerte, mientras escuchaba "viejo loco" una y muchas veces... el brillo de la luz del tren se detuvo y el mundo mostró su bondad a mis ojos... y pude agradecer un momento de magia y bondad y gratitud...
y seguí viviendo tantas veces... y seguí muriendo tantas veces... que se me hace un nudo en la garganta el saber lo que me espera, algo totalmente desconocido y nuevo... estar en todas partes... estar en ningún lado... y vibrar, vibrar como las olas reventándose sobre las rocas de una solitaria y eterna playa...
los muertos saben lo que dicen... eso escuché... estoy muerto tantas veces y aún sigo viviendo y muriendo tanto que se me hace un nudo en la garganta...
mañana será hermoso... viviré y no sé qué ocurrirá... solo se que viviré para luego morir como siempre... eterna sonrisa... eterna gratitud... eterna vibración como una suave melodía que resuena en todo lugar y en cada silencio...