Un duende que acostumbraba solo salir de noche aguardaba paciente bajo el fregadero de los platos en la cocina, ahi se escondia porque eran 2 puertitas con un cajon donde guarbaban cosas como clavos, bolsas, un martillo viejo y lamparitas para alumbrar en caso de que se fuera la luz. El duende pasaba ahi, en espera de la noche. Solo entraba un poco de luz por entre la rendija.
Para matar el tiempo jugaba con una de las lamparitas, prendiendola y apagandola, cuando hacia calor se las veia negras pues no abandonaba su manera de vestir tipica de duende; su gorrito verde oscuro con liston rojo y motita del mismo color, su suetercito morado brillante con mangas de los colores del arcoiris y bordes dorados en las manitas, su pantaloncito le servia para cubrirle por entero los piecesitos, siempre los preferia de terciopelo guinda y sus zapatitos azules oscuros de ante, cocidos con hilo de oro y con 2 piedritas de color ambar en las puntas.
Si, el queria ser elegante, con calor o no, tenia que representar bien a los duendes. Este era uno que apesar de tener 100 anos en la tierra aun tenia la cara muy parecida a la de un bebe, no como muchos podrian imaginar con larga barba, no, este duende tenia grandes y colorados cachetes. Un boquita tan pequena que parecia un corazoncito de dulce, sus ojitos algo rasgados, su naricita era redonda pequena y chata. Esa tarde estaba feliz pues ya entraba octubre y el calor era substituido por calidez, temblaba de emocion porque veia por la rendija de su escondite, el gran ventanal donde las estrellas empezaban a asomarse y la lunita de plata le daba la bienvenida a los duendes. Salio sigilosamente luego de que la pareja de jovenes que vivian en la casa, habia apagado la luz de la casa marchandose a descansar... el duende feliz caminaba con sus pasitos cortos pero no por eso menoz veloces buscando el manjar esperado; golosinas, galletas o todo aquello que pudiera tener sabor dulce, cuando encontraba algo se lo deboraba desesperado y solo hacia pausas para sonreir y bailar de la alegria mientras su pequenita sombra se movia con el, caminaba por toda la casa, escalaba sillones, repizas, investigaba lo que le parecia podia ser fuente de dulce, es por eso que Wendy la chica que vivia en esa casa, encontraba siempre sus collares con pequenitas mordidas, pensando que se trataria de ratas a las que no encontraba. Pues bien, el duende era casi feliz, "casi" porque se sentia muy solo en ocaciones, su unico amigo era su sombra, pero ella no hablaba solo lo seguia y lo seguia, su familia lo habia abandobnado ahi sin querer cuando el era un bebe, pues todos estaban dentro de una caja llena de dulces cuando los entonces inquilinos se la llevaron a un hospicio como regalo para los ninos. Tarde se habian dado cuenta sus padres y hernmanos duendes, de que sin querer se habian transladado a otro lugar y el pequenito se habia quedado solo en aquella casa, asi nuestro duende le pedia al Dios de la magia que le concediera tener a alguien que lo acompanara, alguien con quien poder compartir todo, hasta que sus suplicas fueron escuchadas. la noche de las brujas (30 de octubre) llego volando un vampirito bebe, se metio por la ventana cercana al lugar del escondite del duende esa noche los chicos de la casa tenian una fiesta de disfraces
por eso cuando el vampirito callo en el piso de la cocina, no se dieron cuenta que se trataba de uno real, comfundiendolo con uno de adorno, con un juguete, el duende que espiaba siempre por entre la rendija asustado y presuroso decidio ayudar al vampirito antes de que lo descubrieran de verdad, salio arriesgandolo todo y de un tiron lo jalo con el, el vampirito parecia estar herido, era del tamano del duende que media lo mismo que un bebe recien nacido y curiosamente su carita era como la de un bebe humano, solo que mas blanco y con su boquita roja, tenia los ojos buenos y parecia temeroso cuando se encontro en el interior del escondite, con el duende de frente...
-Quien eres?- pregunto el duende
Mi nombre es buampi y soy el vampirito mas joven de la familia, y tu?-
orgulloso el duende se cruzo los bacitos por detras paseandose como anciano sabio a punto de decir una gran verdad...
-Yo soy el duende de la noche y soy el dueno de todo este lugar solo que los que viven aqui no lo saben, los dulces aqui son mios pero...puedo compatirlos contigo, oh perdon tu solo chupas sangre verdad?
El vampirito se sonrojo y acariciando una peque na rotura en su negra capa respondio;
-No, yo soy un vampirito diferente por eso escape de mi castillo, yo soy un vampirito de la leche-
la risa del duende no se hizo esperar,
-de la leche???!!!!-
-si, no tengo colmillos y por mas que amenazo a la gente arrugando mi naricita y parandomeles encima, soy tan pequeno que me confunden con un bebe humano y cuando abro mi boca para morder se rien de mi porque tengo las encias pelonas, es decir sin dientes, menos colmillos, asi que para no morir de hambre tomo leche, lo cual es mejor, ser un vampiro no es bueno, ami me gusta serlo por que soy elegante, puedo volar y vivir de noche, pero nunca me gusto la idea de chupar sangre, yo creo que por e4so Dios me hizo asi, mi mayor deseo seria ser un humano y...
(el duende la interrumpo con un gran grito)
-YA CALLATE HABLAS MUCHOOOO!!!!!!!!!!! bueno no te pongas triste tampoco no quise...
Asi, el duende y el vampirito hicieron una gran amistad. Por las noches salian juntos a comer dulces a tomar leche y balirar con la lunita al canto de los grillos, una noche vieron asombrados como un hada llego a la casa con una estela de luz maravillosa, el hadita con su varita se dirigia hasta a la pieza del matrimonio que dormia...
-Que haces aqui bella hada?
-vengo a conceder un deseo a Wendy, pues quiere ser madre-
-Yo no conoci a mi madre hadita- dijo triste el duende-
-yo tengo familia pero no me gustan, yo ya no quisiera ser un vampirito sino un ser humano-agrego guampi. El hada los toco con su varita magica y pudo ver como los dos tenian corazon de oro, cosa que ni siquiera algunos humanos que se decian buenos, tenian.
-veo que ambos son 2 seres muy especiales, a los cuales Dios creo al mismo tiempo, por eso no fue casualidad su encuentro...
-y eso que quiere decir- preguntaron al unisono
-yo estoy buscando un alma buena para darle vida al bebe que nacera en esta casa, veo que tu duende tienes 100 anos en la tierra en calidad de duende, que has sido bueno y respetuoso con los humanos, que perdiste a tu familia y tu mayor deseo seria tener una...
Ati guampi se que te encantaria haber sido un ser humano, que tienes un corazon muy dulce y bueno como para haber sido un vampirito, sin saber fuiste tu quien le pidio a tus colmillitos antes de salirte, que no crecieran que tus encias nunca conytaran ni con dientes ni colmillos, para jamas chupar sangre, es por eso que te combertiste en en el duende de la leche y tu tambien desearias con todo tu corazon ser amado por una familia que en realidad te quisiera...

El duende y el vampirito suspiraron, todo era cierto pero nada cambiaria...
-Claro que si, seran ustedes unido en uno, quienes seran el alma de ese bebe que va a necer, ya antes de un espiritu se habias creado a ustedes dos, asi que ahora unirlos sera facil y se convirtiran en Angelina, la bebe que nacera del amor de Wendy y Guillermo, asi sus suenos se haran realidad y tendran una familia.
El hadita realizo el milagro, Angelina nacio y sin saber de su pasado como duende o vampiro, sigue conservando algo de aquellas caracteristicas, le encanta la leche y lo que tiene sabor dulce, es la nina mas buena y traviesa, aun no tiene dientes pero muerde tan fuerte que la apodaron vampirito, y como es tan traviesa tambien le dicen duende, sus padres no saben que es cierto que Angelina es mitad duende mitad vampirito.

FIN