EL ENCANTO DEL AMOR
Dicen que la Luna está triste,
dicen que el Sol también.
Según cuenta el viento,
el encanto se rompió.
¿Qué es un encanto?
Preguntó curiosa la rana.
¿No sabes qué es un encanto?
contestó el atento sapo,
que por ahí escuchaba.
Un encanto es, continuó,
poseer el don del amor
y cuando este se pierde,
nadie sabe qué pasará.
Es cierto dijo -el amoroso rosal,
todo el que ama me busca
y arranca mis rosas
para entregar un pedacito de amor,
pero qué apenado me siento
cuando mis rosas se marchitan
y el corazón me duele
cuando el olvido llega
y el amor desaparece.
¿Creen que entre el Sol y la Luna
el amor desapareció?
Preguntó el angustiado caracol.
A esta pregunta nadie respondió.
Sólo el silencio con el diálogo acabó.
Viento, tú puedes hacer algo,
de pronto, alguien pronunció.
Era un insignificante escarabajo
que por casualidad había oído
aquella conversación.
Lleva mi corazón y ofrécelo
a cualquiera de los dos, -dijo,
quien presto lo reciba
recuperará el perdido encanto.
Ni la rana, ni el sapo,
ni el rosal, ni el caracol,
le hicieron caso.
Sólo el viento comprendió
el sentimiento de aquel escarabajito
que aun pequeñito
se desprendía de su propia vida
para ofrecerlo a una noble causa.
Así son las cosas estimado amigo:
“Hay quienes no teniendo laureles
son capaces de ofrecer más
que aquel que teniendo
sólo migajas da y, a cambio de algo”