Es sólo el tiempo que te amordaza y cuando llegas a la esquina sientes la muerte como un estandarte frío a tu espalda.
Revolotean esas gárgolas nuevamente, mientras miras a todos los alrededores. Las ves deslizarse por los altos edificios, nadie se detiene a observarlas, solo tu abres los ojos desmesuradamente.
Es cuando tienes el presentimiento que verdaderamente llegó tu hora.
Están ahí por ti, ellas te dicen algo,
es cuestión de conocer un lenguaje antiguo, simbólico
“entiende nuestro mensaje”, parecen decir. Es un susurro, lentamente al principio, luego se convierte en un frenético “entiende el mensaje” revoloteando en tu cerebro

Se cumple tu destino inexorablemente, te ves a ti mismo tan extraño, lejano como una sombra, una imitación de vida pegada a las paredes
tu destino podría ser sencillo: entender, transmitir
por última vez te asombras, creías que el asombro estaba proscrito para ti,
pareces más bien un personaje inventado por un escritor maldito, quizás el último pensamiento de Poe, podrías decir con orgullo.
Las calles angostas se reflejan en tu psiquis brillante,
pero luego apareces en otro espacio como caído del cielo o del infierno,
caes nuevamente en tu habitual caverna, la conoces con detalle, vez trabajar sus peones, tragas la tierra que ellos sacan con sus manos llenas de sangre, el aire es sofocante, tratas de huir de esa luz metálica,
un zumbido sordo se escucha a lo lejos.

Es el ruido como un taladro, que se precipita dentro de ti, es tu conciencia que carcome tu espacio, devora tus entrañas.
Sale de la ciudad como un humo negro, es fétido su aliento porque ese prototipo de humanidad que se mueve allá afuera está muy lejos de ti
de tu conciencia, de tu sol, aire, montañas, risas llantos,
de tus conceptos del amor y el odio.

Ciudades antiguas, ruinas de ellas, esparcidas por grandes continentes están ahí gritando sus historias.
Grandes columnas de agua ocultan grandes verdades, tan terribles que generarían la inmediata locura de la humanidad.
Grandes montañas amorfas dentro del agua que generan una vibración, un nombre sagrado, pronunciado en series cortas de números. Es la eterna lucha entre los Demonios y los Dioses.

Han despertado para su bien, la humanidad es sólo una sombra, no tiene valor para ellos, es simple escoria, un signo de muerte precipitada.
Comienza nuevamente su batalla postergada por siglos. Despiertan saliendo de sus prisiones malditas. La convulsión del fuego y su lucha contra el agua.
El bien contra el mal
El fuego contra el agua
Comienza la batalla, en todos los espacios, en todos los elementos,
en el aire, tierra y fuego.
Mientras las gárgolas revolotean tratando de transmitir un mensaje extraño que no
comprenderá la humanidad