Ahora se que vivo, que respiro, siento y tomo agua aquí y ahora y el aquí y el ahora, este presente , no se centra en el pasado, tampoco se centra en el futuro, pero esto no quiere decir que vivamos únicamente el presente, no quiere decir que no hay futuro o que no hay pasado. El pasado estaría puesto aquí y ahora y el futuro estaría puesto aquí y ahora.
Aquí y ahora yo pienso, aquí y ahora percibo personas, aquí y ahora me están percibiendo y esto es una realidad. Naturalmente que hay ilusión, de que algo va a ocurrir en el futuro, pero seguramente que lo que piensa una persona que va a ocurrir en el futuro, no ocurra.
Ahora en este instante... me miro a mí misma, como si durante toda mi vida, o quizás desde aquellos días de mi infancia en los que podía ver, en los que ver era como tocar, como sentir verdaderamente las cosas, como si me fundiese con las cosas, con la vida misma.

El olor a tierra mojada y la blancura del cielo de mi infancia, el húmedo y tibio olor del pasto en una tarde de verano, las cuatro estaciones, con su lluvia y sus hojas amarillas, el ruido de los grillos que pasaban a medianoche , aquella época en que los sentidos me regocijaban, vivir el misterioso color del mar con sus diferentes matices.
Ahora en este instante... Me doy cuenta que:

En aquel entonces, en mi infancia todo lo que se sentía era profundo, las sensaciones sí que tenían matices, sutilezas, y todo los sentidos eran simplemente sentir, vivir era sentir, y sentir era vivir, como si ese ser que ahora lo miro desde lejos hubiera vivido realmente...

¿y por qué digo simplemente y realmente? ,porque ahora, en este instante, para sentir hay que pensar cómo llegar a mis sentidos, antes yo no existía, sino que era únicamente sentir, ahora yo, soy dueña de mi cuerpo, soy dueña de mi alma, soy dueña de mi mente,
soy dueña de mis sentidos, quiero ser dueña de algunas sensaciones y no de otras, busco y evito, obtengo, pienso para tener, pienso para sentir, pienso porque tengo miedo, pienso porque ya no siento, y mientras pienso descubro mi vacío, mi sentimiento de soledad, porque perdí mi inocencia, y vivo buscándome a mi misma.

Mas ahora siento que más que un viaje de ida, es un viaje de regreso, porque no hay a donde ir, que no sea mi interior.