Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Historias Pasadas

enemistad carnal: Final.

hacia unas semanas que Don Marcelo y doña Rufina habian partido hacia zacatecas para celebrar su union. misteriosamente, dos dias despues del casamiento Matias aviso a su madre y prima que saldria hacia zacatecas: ( claro, estas sabian del casorio pero no le habian prestado mucha importancia) el pretexto era que necesitaba una madera de azogue o pino que no era muy facil de conseguir en michoacan y segun el, debia elaborar unos sillones con este material. Doña Antonia exclamo:

- pero Matias! sabes que tenemos mucho trabajo en la casa: mejor seria que fueras alla a zacatecas en cosa de un mes, quizas aun este disponible. sabes que yo por mi vejez y mi ahijada no podremos con todo el negocio si nos dejas.

- descuide, madre: solo por unos dias estare en zacatecas. voy.-. callo, intentando acallar su lengua que, necia, queria destrabar el plan. despues añadio-. voy a hacer un mandado que no requerira mucho tiempo. uste ve como regrese de San luis cuando queria adquirir barro, hace un año. si Dios provee, me ira bien. nomas rece por mi a la virgen de guadalupe, madrecita.- hubo silencio por 7 segundos. su prima hablo:

- bueno, matias; ya estas con tus maletas preparadas. y, ¿ se puede saber cuando regresaras? ves tu que aunque no esta don Marcelo, el capataz se encargara de supervisar a los peones y vigila sus asistencias.

- no te apures, maria: como le dije a ma¨ : nomas rezen por mi. todo lo tengo previsto.-. asi, su madre le dio una bendicion y se marcho. mientras, Doña antonia y Maria le miraban irse desde la casona abierta a medias y los rugidos de los cerdos y chivos, quienes ya pedian comida. Maria, quizas por decir algo, añadio:

- alla va. espero que haga lo que debe y no se meta en problemas.

- ves tu que mijo es terco, maria-. suspiro su madrina-. lo que quiero es que halle una colocacion y consgia una compañera a su altura: los nietos son cosa aparte. pa´que pienso asi, si ya estoy a un paso del sepulcro.

no diga eso, madrina.- la consolo maria-. solo diosito sabe cuando se va hacia la gloria. nosotros no. naiden sabe. ademas, con el buen de viejas jovenes, vera que a mi primo se le hace con una porque se le hace.

- umm. sera.- dijo la anciana, algo ajado su rostro por el comentario de resignacion por su ahijada-. bueno, mujer: ayudame con el metate y el nixtamal para en la tarde.

- si, madrina.- ambas mujeres se dirigieron adentro de la casona. matias ya estaba dos km. adelante. sabia que por recomendacion de un amigo de la hacienda, Silvano, debia tomar una via corta. asi llegaria en menos de 2 horas a la finca de veraneo donde le esperaba el enemigo con su amada imposible. asi, camino, camino, camino. mientras, en la finca de verano Marcelo se hallaba sentado en una plaza del balcon: contemplaba hacia horas la vista panoramica de la ciudad: llena de montes, lagos, riachuelos, cerros casi invisibles de bruma y frio, etc. ese ambiente le hacia evocar recuerdos de su niñez; cuando su padre le llevaba de paseo a los campos verdes de bajio, en guanajuato. correteaba perdices y a sus primos cuando jugaba, aspirando el aire fresco de la campiña morena. deseaba ser niño de nuevo. su esposa aun se hallaba en la habitacion, recostada quizas por la noche ajetreada que habian tenido hoy y hacia dias. quzias cuandos e despabilara irian a pasear por los mercados de plata. pasaron 4 horas en ese extasis total. cuando un criado hablo a marcelo:

- señor marcelo, un campesino lo espera en la puerta.

- ¿ puedo saber para que? yo adverti que no queria interrupcion, solo de otros administrativos del lugar.

- no lo se, señor. segun dice, viene a verlo por unos asuntos de la hacienda en el sur.- marcelo intento reprimir una maldicion de su boca: ¡no podia ser, en plena intimidad! pero pudo hacerlo y dijo, tranquilo al criado:

-bueno, Marcos: dile que pase.- este, haciendo una reverencia salio.

cuando, en cuestion de segundos vio aparecer a matias: sudoroso y con una cara que denotaba excesiva seriedad. pero marcelo, aun tomandole mas repulsion y reavivando los rencores hacia el, que hacia tiempo se trataban solo de criado- patron: ahora matias le demostraba que queria aclarar sus diferencias. con un dejo de asco y desden, le dijo:

- ¿ que vienes a hacer aqui?

- vengo a reclamar lo que es mio-. repuso este, mas enraizado aun.

- pero, ¿ de que hablas? ¿ acaso eres tonto de nacimiento? creeme que no se de que me hablas.

- hablo. hablo de rufina!-. clamo-. y tambien, para cobrarme todas las que me debe cuando entre a trabajar a la hacienda; fui objeto de sus maltratos, vejaciones, correrias de mujeres, ora eso se acaba.-. marcelo, tambien rencoroso y creyendo que alcanzaria la fuerza para denunciarlo o luchar contra el para que lo dejase en paz, avanzo unos pasos hacia el. rufina ya despierta, se vestia con el corse y calzaba zapatillas, cuando entro una criada: asustada de lo que acontecia afuera.

- ¿ que sucede, Alcira? ¿ porque hay tanto ajetreo alla afuera?-. inquirio rufina.

- ay, ay seño! el patron marcelo y otro tipo estan peleando alla afuera. ¡san antonio nos asista! con esto,s e dirigio hacia afeura, consternada. ya ambos, derregandose de los puñetazos y golpes a muerte se hallaban en el piso lleno de paja. ella grito:

- marcelo! marcelo! ¡dejale en paz, dejale! ¿ no ves que pueden detenerte aqui por reñir con la gentuza! ¿quien es el?-. con estas exclamaciones ambos dejaron el forcejeo y la miradas de duelo y odio. matias se incorporo. pero marcelo seguia en el suelo, con una herida ehcha por puñal en el estomago. rufina alcanzo a decir:

- matias. eres tu! pero, ¿ que quieres aqui, quien te envio?
matias no contesto. se limito a mirarle, luego al herido sangrante que yacia en el piso. sabia que nada tenia que hacer. ya habia cobrado su venganza. rufina, alarmada y casi maldiciendo al criado aquel que le habia seducido hacia tiempo se dispuso a llamar al tribunal y unos criados que le ayudaran a curar a marcelo. el hombre se disperso por un campo lleno de matas. pasaron los dias. marcelo, convaleciente hacia semanas denuncio a matias: pero se rpesento la madre de este y ella dio una confesion que seria la bulla en la sociedad popular por un tiempo:

- marcelo es mi hijo que perdi hace mucho tiempo. en ese tiempo fui una joven ultrajada que solo le cedieron a matias. por eso, son de la misma sangre. no debian retarse: porque son hermanos. luego de esto, se comprobo dicha aseveracion gracias a un registro en archivo de indias en nueva españa que afirmaba que este era hijo natural de Antonia Isabel martinez, en 1760. pero dado en adopcion a una familia privilegiada. asi, la sentencia se declaro por el tribunal: marcelo, multado con 20 reales por la agresion contra este hombre que no sabia que era de su sangre: se retiro a vivir un tiempo en la hacienda de puruaran, que por cierto ya queria adquirir otro ingenio y vender dicho dominio. impotente ante dicha verdad y separandose de rufina un año despues por lo mismo viajo a cadiz en un barco y no se supo mas de el. mientras matias, en base a la version de su madre y otros testimonios fue solo sentenciado a 5 años en el penal de la acordada por atacar a un miembro de la nobleza que era su medio hermano pero que por ley, no era un familiar ya. todo habia terminado. doña antonia, mientras su hijo se hallara en la carcel aun se dedico a el molino y vender sus sombreros en compañia de su ahijada, quien al contraer nupcias con Juvencio Santos, un vecino y peon del lugar que habia conocido hacia unos meses. decidio esperar hasta que doña antonia diera el ultimo suspiro. que ocurrio dos años despues y maria contrajo nupcias despues del duelo. matias se entero tambien mientras su vida en presidio iba tirando. ahora ya no le quedaba nada ni nadie. seria el solo contra el mundo. mientras miraba por el tragaluz a la luna escodnerse, pensaba acerca d elo acotnecido y se preguntaba si habia valido la pena. la respuesta a si mismo fue no: habia sido una consecuencia o mala pasada del destino. de marcelo, de quien decidio no saber mas, se hallaba lejos. tal vez sus muchos amigos de nobleza le ayudarian a levantarse de ese sordido secreto: quizas. que sabia el. a voces que habia salido cuando habia reñido con el, preso de celos y odio hacia un hombre que no conocia: ahora lo sabia. asi, se dibujo en su mirad aun halo de resignacion, mezclado con resentimiento y temor: "no vuelvas a cruzarte mas en mi camino, Juan Martinez." dijo para si. la imagen de marcelo vino a su mente y se esfumo. asi, se sento en un taburete de madera y se dispuso a fumar un tabaco: objeto que le habia dado un reo que le habia tomado afecto al llegar; Martino Diaz, acusado de robo. y su alais era; " el chico" pues habia sido el hijo menor de 6 hermanos en la completa humildad. matias fumaba, fumaba. pensando: ¿ a quien acudiria al salir de ese lugarejo? ¿ que haria? suspiro y miro hacia el tragaluz; la noche se iba. supo que al fin iba a ser un hombre. Fin.
Datos del Cuento
  • Autor: Anonimo
  • Código: 22067
  • Fecha: 28-12-2009
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 18.118.126.69

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033