La isla de tu cuerpo esta dormida,
aquella desierta playa es mi cuerpo,
tus ojos forman un abecedario en el cielo,
y tu juventud esta descrita cual gota tan profunda, mis ojos ven todo lo que tu, la nube boreal esta en ambos.



En frente las mareas se estremecen,
desembocan en tus labios,
el cumulo de rocas se tiende como si fuera tu larga cabellera,
en ella se desifran los manantiales que viajan en pos de ti,
la nieve esta sedienta,
tomo con mis manos un petalo mojado
y lo doy a beber en tu extasiado vientre.


Es este afecto platonico de ti,
donde se habla mucho de amor,
ese lugar mitico,
lejano e inoxidable parece que no existe,
el agua esta callada,
parece resisitir la cadencia de tus labios;
mi barca esta cerca,
a la orilla,
se encuentra el muelle del destino,
cae el sol con un alo amarillo
y entonces en mis manos llevo mis sandalias,
tu vestido se vuelve timido
y tus rasgos coorporales te limitan a querer darme un beso fulminante.


La botella de champagne esta de moda,
mi torso esta más desnudo que la verdad acuatica que nos lleva a pernoctar a la deriva,
tu aliento es mi brujula,
mas fresco que la menta que escogí en los rituales de las noches de las ninfas;
mi nuevo camarote esta de fiesta,
voy a beber en las copas de brillantes arrecifes que da tu cuerpo.


El anillo con que la noche nos alumbra es el reflejo del eclipse de la luna que esta en tu dedo,
cuán dichosa eres cuando estas casada y ya cansada del naufragio que feliz estoy ahora admirandote de cerca,
en la sala la casa.