dios vino a buscarme... dejó una carta bajo la puerta de mi cuarto... cogí la carta y de ella brotaba un perfume a jazmín... quise abrir la carta pero sentí que entraba a un espacio totalmente vacío... donde nada impedía nada... era dueño absoluto de la vida... y allí sentí ganas de dejar la carta e irme a un viaje lejos, muy lejos... ya volvería por la carta para abrirla y leerla... en verdad, estaba seguro que la leería e iría junto a dios... feliz y contento, pero aún deseaba tantas cosas de este mundo que quise probarlo todo...
el silencio de mi vida es como el perfume de la paz... clava sus uñas sobre mi corazón y lo hace sangrar... y vuelvo a volar como siempre soñé... el silencio me grita en silencio que vuele lejos... voy y vengo... llevo estrellas de alegrías... y bajo aquel manto oculto de temores, riego todos mis sueños mas hermosos... caen como escarcha sobre la humanidad... y siento que dios ha puesto su mano en mi alma... y siento que hay algo mas que dios en mi alma... y siento que debo volver a mi cuarto y abrir la carta de dios... y vuelvo, y abro la carta y veo que no hay nada escrito, nada, absolutamente nada... y allí entiendo bien todo... que la carta es mi ser... que está vacía para ser escrita por mi vida... y entiendo que mi vida es preciosa y lo grito todo, todo, en el mismo silencio que me grita dios por todos lados...