Hace mucho tiempo, en una casucha de mala muerte. Vivía una familia de 3 miembros, la madre y sus dos hijos. Él mayor tenía 10 años y la más pequeña 6.

El mayor era tan grosero y tan descortés que era la viva imagen de su madre. No era nada mable. La gente que lo veía dudaba si tuviera sentimientos y algo bueno. Y desde luego en casa era peor que un dolor de muelas, pero su madre, estaba encantado con él.

Sin embargo la más pequeña, era el vivo retrato de su padre. Era una niña amable, encantadora y ayudaba todos, tanto si fueran buenas personas como malas. Todos estaban encantados con la niña. Menos su madre que odiaba a la niña tanto como había odiado a su esposo.

Un día, decidió deshacerse de la niña. La condujo hasta un verde prado y la abandono. La niña no dejaba de llorar por que estaba sola. Intento llamar a su madre pero no recibía respuesta. Cuando había arruinado toda esperanza algo le toco el pelo. Se dió la vuelta y vió un caballo.

El animal era un mesteño, blanco y marrón. El animal parecía manso. La niña lo tocó con los ojos cerrados. Espera que la mordiese o algún berrinche por parte del animal. Pero el animal estuvo quieto, agradecido por la caricia. El animal le dio otra carecía indicándole que se subiera a su lomo. La niña obedeció. Se subió y el caballo arranco con el galope firme. Durante un rato la niña sintió pánico pero luego se relajó y disfruto del viaje. El paisaje que le ofrecían era precioso. Árboles verdes y praderas impresionantes. Pero aun fue más bonito cuando dibisarón un pueblecito.

Se pararon en medio de él y toda gente se arrodillo. El caballo le indico que se bajara y ella obedeció. Cuando el caballo se marchó la niña contó a los pueblirianos toda su historia de cómo su madre la había abandonado y el caballo la había rescatado. Siendo así la niña fue adoptada por una maravillosa pareja y fue muy feliz.

Y hoy en día les cuento a los niños esta historia. Pero ellos no la han vivido la historia de una esperanza entre la maleza de cómo lo imposible dejo serlo, de cómo las oraciones de una niña recibían respuesta no puede llamarse eso felicidad. Al fin y al cabo esto no es una historia que pasa como una leyenda entre la historia esta es la historia de una niña que aun espera a el caballo que la salvo.