¿Qué puede haber de maldad en destruir al bien? esa fue la primera pregunta que hizo Zanél a Jeremias.
-¡Anda!¡contesta!-
-Nada,en ocasiones-contestó dudoso Jeremias,sintiendo que la sed lo mataba.
-Jeremias,¿no estas harto de vivir así?Realmente es patetico lo que has hecho en estos ultimos días,te estas limitando demasiado-dijo Zanél.
Ambos avanzaban sobre las cornisas del palacio municipal cazando a cuanto incauto pudiera atravesarse,a Zanél le daba lo mismo;mientras pudiera saciar su instinto,Jeremias había sido lo contrario,escogía escorias,vagabundos,locos y cuanto malviviente encontrará,no obstante,esa noche Zanél había llevado la batuta para escoger el menú y he ahi a Jeremias cuestionando y haciendo indagaciones a el primero para tomar la decisión de disfrutar esa noche a una joven policia-tu lo has dicho siempre Jeremias,a veces el bien y el mal se confunden¿cierto?-
-si,pero no termino de convencerme,sólo observala,probablemente sus hijos esten esperandola al regresar a su hogar-
-Esta bien, cambiemos de planes,¿Quieres sentirte mejor?-
-Si,¿Tienes alguna idea nueva?
-si,sólo sigueme-concluyó Zanél,se acercaron hasta la mujer,Ella los saludó y ambos contestaron el gesto con una sonrisa maliciosa que caracterizaba su forma de proceder.
Zanél la miró a los ojos,no necesitó entrar en detalles en un santiamen estaban en el hogar de la mujer policia,en un descuido de ella,miraron las paredes,ella era madre de dos hijos de entre 20 y 16 años la menor-Jeremias espera en la sala,resolveré esto rapidamente-Zanel se metió al cuarto de los jovenes,sólo se escuchó un leve quejido,que combinado con el viento,este se vuelve insonoro,regresó con los dos cuerpos-ahora bien,esta mujer ya no tiene de que preocuparse,si gustas puedes llamarla y que tengas buen provecho-