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Categoría: Historias Pasadas

mi historia, tal y como fue (II)

buenas, he aquí la continuación de la historia anterior, pero hoy cambiaré los nombres a los personajes, imanol hoy será Iban, y Marilú se llamará Inma. Tras esto continuo el relato de mi vida.

pasaron los dias, muy rápido, ya comenzó el cole y no sabia si estar con alguien implicaba verle todos los dias, porque a mi madre no le hacia mucha gracia, era la gran inexperta, me sentía pequeña, pero a la vez era feliz, nunca pensé que yo le gustase a alguien, me considero una persona de dificil trato, no porque tenga mucho genio, o un humor de perros, ni porque saque de quizio, pues nunca me he llegado a pelear con algún amigo mio, no me va eso, quiza es que en mi mundo vive la fantasía paranoica, es dificil saberme tratar. Llegué al colegio y se lo dije a mis amigas (pues mi colegio solo es de chicas), quedaron perplejas, pensaban que nunca sadría yo con alguien, y además es que como nadie sabia que a mi me gustaba, nadie se lo llegó a creer del todo, pero a nosotros nos daba igual. Él estaba inseguro, no sabia como tratarme, yo era muy delicada para él, y pensaba que por miedo lo dejaria a la semana, pero el tiempo pasó. Una importante anécdota en mi vida fue mi primer beso, lo contaré con pinzas, pues es algo muy especial que debe guardar cada uno en su corazón , y no explayarse pues es algo muy íntimo. Sabia que no era su primer beso, yo nunca habia sido tocada por nadie, no sabía ni abrazar, pero entre miedos y cobardía por dar un paso a nuestra relacción Iban me besó. La sensación que dejó en mis labios sigo llevándola, pues fue mi primer beso, el más especial, pero no el único. Pronto quise aprender a demostrarle que me gustaba y mucho, pero no sabía, y me acobardaba con esplendor. Soy capaz de recordar todos los besos que me dió cuando estuvimos juntos, él fue mi gran maestro y yo su niña aprendiz, me supo hacer feliz, y adivinó a llenar mi alma de energía, lo quería y se lo decía en cada esquina, aprendí a demostrarselo, me hizo convertirme en una persona afortunada. Y yo que me reía de aquellas compañeras se quedaban en clase atónitas pensando en su chico, las entendí y me uní a ellas, hablaba de él en todo momento, mi tiempo corría, quería salir del colegio para estar con él, me convertí en la persona más feliz que podrías haber encontrado. Me remonto un segundo a mi pasado, y vivo esa historia relatada, y me siento viva, mi alma se llena de espíritu, sus ojos los puedo ver como cuando me regalaba besos suyos que nunca olvidaré, me envolvió en su veneno y nunca me podré despegar, fue mi niño, mi tesoro, las palabras en estos momentos sobran a tanto afradecimiento como le tengo, mi felicidad es inexplicable. Y ásí pasó mi primer mes. El primer mes que aprendí a vivir, le adoro, estoy completamente calada por él, estoy y estaré junto a él por siempre.

El primer mes pasó muy rápido, aunque en Iban despertó una fina envidia por uno de mis amigos, cosa que ni le di ni le daré importancia, pues yo era feliz y no quería que el tiempo pasase si no era junto a él. Era miercoles, lo recuerdo, fui a la esquina, lugar de nuestro encuentro, le preparé una canción y le hice una pulsera con mucho esmero, él me regaló su corazón y junto a él una carta preciosa de amor. Aún la mantengo, pues para mí esa carta es un tesoro, a su vez una poesía que emblandecía mi corazón y por él se colaba todo su amor. Fuimos a dar una pequeña vuelta los dos solos, me sentía protegida, me sentía unida a él, era mi media naranja, verdaderamente estaba hecho para mi.

A los dos dias del primer mes era mi cumpleaños, me hicieron una fiesta sorpresa en mi casa todos mis amigos, asi que me tenían que sacar un tiempo de mi casa, pues sino no sería sorpresa, vino media hora antes de la fiesta, yo ya sabía todo, y trajo entre sus brazós un regalo envuelto en una bolsa de el corte ingles, me hizo mucha ilusión, lo quiero un montón, en la bolsa había una colonia que aún mantengo, huele a finas rosas, me sentí mujer. Nos fuímos mientras todos preparaban el festín, me llevó junto a los pisos de la playa, allí hablamos y el tiempo voló, no podía evitar esa sonrisa emocional que abarcaba todo mi corazón, me sentí romántica. Al rato nos fuimos a mi casa, allí estaban todos, esperaron dentro de mi casa, en el lugar donde celebrarían la fiesta, alli me cantaron y nos lo pasamos muy bien. Pasaba por un momento en mi vida muy singular, que no creo que vaya a repetir, no creo ser mas feliz de como lo era entonces, pues ahora vivo amargada, pero ya llegaremos a esta etapa de mi vida, despues de varios meses.

San Valentin. Decidimos no regalarnos nada, no teníamos dinero, quedamos en paz. Recuerdo que Marilú se le declaró, eso me creó un poco de celos, pero confiaba plenamente en él, lo era todo para mi. Una niña celebraba la fiesta en su casa, a Iban no le caía ella muy bien así que decidimos irnos por nuestra cuenta y celebrarlo a nuestra bola. Entramos en mi colegio, y allí nos comimos a besos, lo amo, lo amo con locura, él es mi dios y por el que yo daría mi vida.

Pasaron las semanas, y seguíamos igual que los primeros día, le amaba y se lo demostraba, entre nosotros no había secretos, pues los dos éramos felices (yo desde luego), nos surgían pequeños problemillas pero en seguida seguíamos para alante, con mucho amor, y así llegó el segundo y tercer mes, la verdad no me lo creía, me seguía viendo muy niña, no sabía si así le demostraba todo mi amor o solo una pequeña parte de él, no soy capaz de medirlo, estoy ahora llorando de emoción, mi corazón es infinito, y todo entero para Iban.

Marilú seguía siendo muy amiga de Iban, yo de broma le decía a el que estaba celosa, pero la verdad, creía plenamente en el. Nos llamábamos todos los días, nunca con cansábamos de oírnos, siempre había de algo que hablar, durante ese tiempo aprendió a conocerme plénamente, y nadie más ha podido, no quiero que nadie más lo haga, solo él.

Empecé a trabajar en un bar, y las horas junto a él se acortaban, eso me daba mucha pena, pero necesitaba de ello porque necesitaba relaccionarme con gente y debía aprender. Iban no me decía que lo dejase pero decia que quería estar conmigo, yo no sabía que hacer, junto a esa época llegó la oleada de castigos, me explico. Como no lo veía mucho tiempo, despues del trabajo solo tenia una media hora, y nuestro tiempo se alargaba, entonces a mi me castigaban y a la semana siguiente no llegaba ni a salir, eso deterioró nuestra relacción, al mes o cosa así dejé de trabajar, no aguantaba tanto tiempo sin él, seguía siendo esa enamorada que amaba a su ser, a Iban.

Recuerdo cuando me miraba, y de sus ojos salían soles que me iluminaban, me abrazaba y me demostraba lo que era ser feliz, tocaba mis manos con mucha delicadeza, como se le trata al amor, me susurraba frases al oído y ese aire quedaba envuelto en mi hasta pasadas varias horas, lo amaba y lo haré por siempre, es mi gran tesoro. Recuerdo aquellos cuentos que me contaba junto a la playa, lo recuerdo tal cual, me recitaba para que pudiese dormir junto a las estrellas, era de una engañosa dame de un lago y de un caballero valiente y fortuito, mi alma dormía junto a la mia allá por primavera, me levantaba todos los días y besaba a la almohada despertándolo a él, como si que hubiese dormido junto a mi, y ese sueño que repetía cada mañana un día se hizo realidad.

Tuvimos una acampada en casa de nuestra mejor amiga, los dos unidos, me recuerda a mujer y marido, nos administramos el tiempo y dinero, adoraba estar con él. Una pequeña riña me hizo pensar que esa noche acabaría mal, pero no fue así. Dos amigos nuestros empezaron ese día a salir, y nosotros hablamos y solucionamos nuestras indiferencias, esa noche me hizo no poder dormir, hablando hasta las tantas en la playa, a la luz de la luna nuestra silueta resaltaba, los dos tumbados en la arena, en una caliente arena, hablábamos de temas diversos, y mi mente aprendía a componer. Ese momento fue pictórico, debía de representarse, estaba lleno de carga emocional y de subjetividad, fue una noche inolvidable. Llegamos un poco antes de amanecer, para que no se notase nuestra ausencia, debíamos dormir, los niños en una tienda de campaña y las niñas en la otra, acabaron todos en una y un dormido y nosotros dos en la otra. Al fin, la utopía de dormir junto a él se pudo realizar, dormimos de los besos, abrazados y enamorados, una madrugada fría pero calurosa noche. Desperté la primera, no dormí ni dos horas seguidas, todos incluso roncaban, no quise despertar a nadie, solo me acurruqué en Iban y dejé pasar el tiempo. No me lo podía creer, había dormido con mi hombre perfecto, y estaba ahora en plena satisfacción, pues estaba protegida entre los brazos de mi amado dormido, no le quise despertar.

Los de la otra tienda empezaron a despertarse, yo no quise alzar la voz, no queria que ese momento me lo quitase nadie, no quería moverme de allí y durante todo ese tiempo en el que nadie hablaba construía románticas hostorias de amor, como de las que él me contó. Despertó por si solo, y me dió un gran abrazo, aún lo recuerdo, le amo, y mi historia aun no acaba aqui, pero otro dia tendre que seguir, ahora me tengo que ir.
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