Aquella noche, Yllen, habia llegado como a las 7pm, en la oscuridad de la noche se lucian sus minifaldas negras, que resaltaban sus delgadas pero provocativas piernas, y una sweter color rosa, hermoso como era ella. En el conjunto destacaban sus botas, imprimiendo supersensual y provocativo. A esa hora, en mi casa, no habia nadie, Yllen rentaba una habitacion, era ella empleada del Ministerio. Al percatarme que era ella, mi corazon latio, con mas fuerza, y entonces al abrirle la puerta, intencionalmente la salude con un beso, buscando la comisura de sus labios, mientras que suavemente mis dedos, tocaban su cintura, sin duda ella, se percato, que no habia nadie en casa y ademas le parecio, muy efusivo el saludo. Asi que con un aire, casi de desprecio, volteo hacia atras y sin decirme nada se dirigio al baño. Yo un tanto molesto y herido, por la actitud de la hermosa mujer, que era el sueño de mis humedas noches de mi adolescencia, entre rabiando, y suspirando me dirigi a la sala, que estaba, contigua a la habitacion de Yllen. Me sente en el sofa, y me percate que tenia, una tamaña ereccion y entonces con desenfado, me saque la pinga, que lucia, roja, avioletada, y dura como una barra de fuego, producto de la excitacion y el deseo por aquella mujer, de unos 32 años, que destacaba en el pueblo por tener tal sensualidad. Comenze a tocarme mi pinga, buscando que estuviera mas brutal y acometedora, entre tanto simulaba leer una revista, esperando que al retornar del baño Yllen contemplara tamaña ereccion. Al aproximarse, se dio cuenta, pues yo descubri mi pinga ante su presencia, y distingui claramente sus ojos, dirigiendome su achinada mirada, buscando que regordearse la vista, con esa bella mirada libidinosa. Al cabo de unos minutos intensos, Yllen me llamo, desde su cuarto, su voz, primero me asusto, y mi corazon comenzo a latir aceleradamente, al levantarme tuve que acomodarme el miembro, pero aun asi, se notaba el bulto, producto de la excitacion que como siempre ella me causaba. Entonces, me pidio que la ayudara con unos papeles, su actitud habia cambiado, estaba sonriente, y se notaba su ansiedad por clavarme la mirada entre mis piernas. Me sente al lado suyo, de forma que sus rodillas quedaron pegadas a las mias, y cuando manipulaba los documentos sobre mis muslos, mis manos sentian la suavidad de sus piernas y la aspereza de la tela de su mini, esplendorosa. Yllen se dio cuenta, pero no decia nada pues sus ojos no paraban de ver mi vientre hinchado, que dejaba ver un pedazo de mi miembro avioletado por el deseo y la excitacion. Fue entoces, cuando como en un torbellino y presa de un apasionado y desentendido momento, me cogio entre las piernas, busco que alcanzar, mi pinga, al tiempo que me besaba desenfrenadamente, los documentos cayero al suelo, mientras nuestras bocas se aspiraron en un contundente beso apasionado, como si la vida dependiera de que ambos, sientieramos el fuego que nos consumia a ambos, desde años atras. Un beso intenso, acompasando nuestras lenguas con el extasis de la pasion. Mis manos se delizaron por entre sus faldas, encontre sus fustanes suaves como lo dulce de sus labios, ahora que por fin habia alcanzado la gloria de besarla, al avanzar con mi mano hacia arriba su piel aparecio, sabrosa, contrastando con la rigidez de las medias nylon, y al final halle su calzon humedo, destacaba su monte de venus abultado. Para mi, fue como sentimiento orgasmico, que ya no contenia, por sentir sus manos acariciandome el falo, hinchado como una piedra de fuego, duro como el fierro, y voluminoso, lo que agradaba a Yllen. De pronto, me bajo los pantalones, y se acomodo para meterselo a la boca, con un desenfado tal, que yo estaba por eyacular en su mismisima boca. Aguantandome y logre desnudar su vientre, entonces presa del mayor deseo del mundo la penetre al instante que explotaba un chorro de esperma sobre su vagina, de forma tal que senti un cataclismo de placer al seguir eyaculando, mientras sus frescas carnes ardian y se chorreaba de placer, lubricando mi pene erguido como un soldado en pleno combate. Ella comenzo a gemir a aullar silenciosamente por el placer que sentia, me besaba apasionada, mientras dirigia sus manos hacia sus pechos, desnudandolos y ofreciendomelos para regordearme con ellos, besando sus pezones erguidos y que daban un toque magico a sus bellisimos pechos blancos. Sus manos acariciaban mi rostro, me mordisqueaba la barbilla y de pronto me abrazaba con las piernas tan fuertemente que mi pinga, comenzo a erectarse adentro de su misma chucha. Sus actitudes habian adoptado una actitud ninfomaniaca, pues continuaba en un largo orgasmo, prolongado, muy expresivo. Se arrodillo cerca de mi, busco de nuevo mi pinga, humeda, por el semen y sus liquidos vaginales, y comenzo a darme la mamada mas rica del mundo, sus manos habilmente acariciaban mis testiculos, y de cuando en cuando apretaba mi pinga con la mano, al tiempo que succionaba con fuerza. Entonces yo la acomode de a cuatro, y se la meti desde atras, encontre una chucha muy mojada, estrecha. Al sentirla gruesa, empezo a moverse con tal fiereza y placer que nuevamente senti llegar esta apasionada sensacion, que me inundaba desde la pinga hasta la punta de la cabeza. Atravesando toda mi columna, como un rayo de fuego, producido por el desesperado deseo que siempre mantuve por Yllen, de modo, que cuando, como ahora, la cachaba con tal descaro, y con tanta apasionante y desaforado deseo, era cuando mas, sus carnes me apretaban, mas cuando sus manos estrechaban las sabanas, y sus gemidos me arrancaban de nuevo una eyaculacion y un orgasmo que me llevaban a sentir uno de los mayores placeres de mi vida.