Es tarde en la madrugada ya aclara el alba, llueve a truenos y relampaguea todavía no he descansado de el día que paso, aun sueño profundamente, de repente suena un despertador que me levanta súbitamente, en simultanea se oye un grito a lo lejos estoy anonadado y desconcertado por la incertidumbre que encierran aquellos murmullos, escucho una discusión, una disputa, un forcejeo, una pugna a muerte, se acerca, lentamente en el compás cadencioso de las manecillas del reloj que da las doce, suena la sirena de las doce emitiendo un sonido estridente, agudo y penetrante es inevitable, suena un disparo, disparo fatal, veo sangre, veo un cadáver, un cuerpo que yace sin vida, a muerto bajo sus propias manos solo uno en la sien para acabar con los días que pasaron. Esos terribles pasados que no me dejan descansar, todo ha sido un ardid de mi propia mente una maquinación de mi para mi mismo el agente y paciente de una única y absurda acción que no podría esperar por mucho tiempo,
Mi suicidio……