antes de irme al carajo, prefiero ver una peli, revisar un libro, bañar a mi perro, cuidar de mi madre, llamar a mi hermano, etc. es extraño, pero cuando uno está decidido, pareciera que todo está a su favor. todo hice, pero el vacío aún estaba allí, como esos ladrones en una esquina, burlándose de mi pobre intención. la llamé, le dije que deseaba meditar. no, me dijo, no me puedes dejar, si lo haces, te mato... le miré a esos hoyos que tenía por ojos y sonreí. me di la vuelta y fui a mi casa a meditar. entré, el fono sonó, la puerta también, la tv se encendió... mmm, quién podría ser. me acerqué para ver al visitante y me vi a mi mismo, sentado en un sillón, sonriente, contento, eso me pareció. iba a decir una palabra, pero me dije que no era necesario. fui hacia mi cuarto y vi una mujer desnuda, bella y con la rosa negra entre sus piernas, clamándome. me iba a desnudar, pero sentí que estaba delirando, que todo era producto de un sueño. me acerqué a la mujer, me desnudé, la penetré una y otra vez y cuando tuve chorro de semen, me sentí mejor. iba a abrazar a la linda mujer y vi que tenía mis manos en mi pene. me limpié las manos y me bañé. me senté a meditar y traté de no escuchar nada. sonaba el fono, los gemidos de una mujer, la tv, etc. no abrí los ojos, pero, de pronto, dentro de mí vi un recuerdo bonito, luego otro feo, eran como medusas flotando en mitad de mi oscuro océano... seguí concentrado y al poco tiempo, abrí los ojos. allí estaba, sentado en posición de loto y con una alegría tan natural que empecé a decirme lo feliz que estaba... así como un loco...
san isidro, abril de 2007