Muchas personas han tenido una EEAC por primera vez cuando sufrieron un accidente grave. En 1964, David Taylor y un amigo pasaban las últimas semanas de su viaje por África del Este y se hallaban en el norte de Tanzania, cuando sufrieron un choque con un camión. David casi murió a causa de sus heridas.
"Habíamos atravesado el parque zoológico y acabábamos de tomar la carretera principal hacia Moshi. Era hacia el atardecer y yo iba medio dormido en el asiento del acompañante."
"De pronto, mi compañero me despertó, encantado de ver el primer vehículo que encontrábamos en seis horas dirigiéndose hacia nosotros. O mi amigo o el otro conductor debían estar medio dormidos también, porque pocos segundos después los dos vehículos chocaron."
"Mientras los vehículos colisionaban, descubrí súbitamente que estaba observando la escena a varios metros de altura, en el aire, como si estuviera suspendido sobre la carretera. Vi cómo nuestro Land Rover se estrellaba contra un gran camión. Me vi a mí mismo salir despedido del Land Rover; mi amigo se bajó, ileso, y fue a observar mi cuerpo. También vi cómo se alejaba el camión. Recuerdo que pensé que tenía muy mal aspecto, allí tirado, y que bien podía estar muerto."
"Lo siguiente que me sucedió fue recobrar el sentido en el hospital de Moshi. Había estado dos días inconsciente, a causa de mis heridas. Conté a mi amigo lo que había visto y me confirmó que había sido un camión lo que había chocado contra nosotros, y que había continuado la marcha. Yo me salvé porque poco después pasó otro coche por la carretera y me llevó al hospital. Esa experiencia, a pesar del tiempo transcurrido, me ha hecho perder el temor a la muerte.