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Categoría: Ciencia Ficción

puerta a thanatos, capitulo 1.

En un primer momento todo fue confuso..., despúes continuó siéndolo pero a aquella perturbadora confusión se complemento una luz cegadora, que de algun modo obstaculizaba todos sus movimientos como si se tratara de algún tipo de aura de ingravidez . -En cierto modo el purgatorio debe parecerse bastante a esto- Pensó el chico utilizando como punto de referencia su religión algo que seguramente nada tenia que ver con "esto".

De repente toda su angustia y su miedo vital se sitetizan en una megafonía que perfectamente podría pertenecer a las aerolíneas utilizadas por el Señor Jesús durante su ascenso a los cielos.

-Pero que coñ...! -

La voz suena tan ensordecedora que nubla el resto de sus pensamientos!, tan potente que hace vibrar todo su cuerpo y mente; tan Divina en el sentido mas estricto que hace que la sienta dentro, helada y.... - joder que fríaaaa!- ...

La teme!

y ella lo inunda....

Al chico se le ponen los cojones de corbata.

La voz repite, ahora cada vez mas dentro, dentro del, como una dulce y educada zorra de terminal portuaria, sentencia lo siguiente:

- Esstooo se acabaaaaaaa....!

La voz se va apagando, comienza un leve ruído de motores y antes de que pueda pensar nada más se encuentra sobrevolando el pavimento a aproximadamente 200km/h a ras de suelo fuera de su propia alucinación como si del Delorean se tratara, de lo que el muy iluso no se ha podido dar cuenta es de que el hada verde ha dejado abierta la puerta de atrás de su subconsciente y algo se ha colado en el gallinero haciendo estragos por donde pasa, algo ha estado jugando en la fábrica de armas de su subconsciente con material altamente nocivo.

 ...................

 Ahora le dolían las pelotas, que jamás había tenido, y se sentía completamente impotente, sabía con seguridad que todo aquello se había acabado, al menos para él, al fin saboreaba en silencio aquel amargor cobrizo que tanto tiempo antes había deseado en silencio.

Avanzaba presto, por el espigón de alguno de los acantilados salpicados aleatoriamente, aquí y allá por arena y cipreses de cementerio.

Sentía náuseas pero su firmeza y sobretodo un subconsciente orgullo, le impedían expulsar las pocas agallas que había almacenadas en su estómago, mantenía el paso firme.

El día estaba nublado excepto por algún rayo de sol ardiente que asomaba puntualmente y el bochorno se hacía insoportable, las gaviotas se arremolinaban en pequeñas bandadas por encima del ser, observando y analizando, como parientes interesados en el custodio de una herencia.-Cobardes!- Una de ellas, la mas audaz va desciendendo cautelosa..., las otras esperan pacientes por el jugoso bocado que les aguarda.

 

En los los últimos instantes ni siquiera había intentado pelear, “Eso” era inevitable y terrible como el destino aguardado y “Aquello”... - A quién pretendía engañar? Nunca lo había intentado en realidad !, y eso era más reconfortante todabía que haberse resistido, las cosas eran como tenían que haber sido, él era el malo de la película, la mano del destino había tirado los dados y el resultado había sido muerte para él y vida para los otros dos, que en otro tiempo al menos lo habrían necesitado como guía. Lo habían necesitado como brújula cardinal y como punto de referencia para orientarse, quizá se debía a que su puro egozentrismo no conocía límite, pero el habría jurado que, en ocasiones, su existencia no habría tenido sentido sin la de él mismo -Compartíamos Tao...-

Sin embargo los otros jamás habían sabido de su existencia, si quiera de la de ellos mismos, la verdad era bastante raro, antes de que el telón se hubiese corrido a causa de la entrada del ente la sensación de precognición con respecto a los otros dos, habría asegurado que era la de estar incompleto, como si derrepente un buen día llegas al curre y le dices a tu compañero – joder tío, me he dejado un tercio del cuerpo en casa! Estaban sincronizados y lo que había hecho el catalizador no era más que actuar como material de fundición entre ellos, eliminando las barreras que los aislaban, aunque aquello hubiese dado como resultado su propia destrucción podía decirse que en definitiva se sentía francamente reconfortado.

A cada paso que daba más le pesaban más las piernas, mientras la libiana ropa se le iva manchando gradualmente de pequeñas rosas moradas que crecían y se multiplicaban, aquello le hacía reflexionar y extremecerse, en cierto modo creía que él tampoco había tenido jamás conciecia de si mismo ni de su ser, - Qué era en realidad? Era pura vanidad y muy reciente si hacía caso a su escasa memoria, -“Nef-Kem-Yith”- “el triple círculo concéntrico”, su destino ya estaba senteciado, su tiempo y materialidad finitos y la percepción de su existencia, bueno... eso es cosa aparte, era de estupidos preguntarse el resto, si había tenido realmente consciencia o no antes de la entrada del Ente era una pregunta que deberían formularse los otros dos.

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