Salimos temprano esa mañana,mi amiga y yo,queriendo beber todo el sol que se mostraba radiante,el dia era bello.
Fue un viaje interminable,pero al fin arribamos donde queriamos,un lugar tranquilo,lleno de verde,el rio manso,de agua cristalina mojando esas piedras que solo asomaban de a ratos.
La hierba aun humeda por el rocio,nos invitaba a tendernos sobre ella,asi lo hicimos.
Mirando el cielo,comenzamos a recordar cosas que nos habian pasado tiempo atras,nuestro primer novio,aquel primer beso furtivo,pero excitante,las caminatas por el parque en tardes calidas otras frias
Mirando ese cielo,nos prometimos que lo mirariamos siempre asi juntas,hoy ya adultas,la vida no nos permite verlo con los colores que antes tenia.Tal vez sean los mismos, pero nuestros ojos no lo distinguen.
Han pasado muchos años desde aquel dia,muchos,casi una vida,seguimos juntas,hoy con hijos,nietos,renegando con los problemas que nos causan el trajinar diario,el me pongo um aro en la boca, me hago un tatuaje,porque hoy,los problemas son distintos,los hijos nos hacen reaccionar,no ver mas ese cielo,no caminar mas entre las piedras en aquel rio que hoy se me antoja,revuelto,ya no manso,esto lo imaginamos recordando nuestra adolescencia.
Hoy mujeres maduras,con la experiencia vivida,solas,solo sabiendo que nunca mas aquellos dias regresan.
Solo nos acompañan los recuerdos,las vivencias,que otra cosa nos queda por hacer?
Ya nada es igual,hasta la hierba debe haberse secado con el paso de los años,con el paso de tantos adolescentes que como aquel dia,se tienden y miran el cielo,ese cielo que hoy ya no es nuestro-